- Los trayectos de las tres bases de Canarias, los más rentables, suponen una pérdida de ventas de unos 20.000 euros
- El otro derecho a la huelga, el legítimo a no ir a trabajar, vuelve a verse vulnerado con entre 6 y 14 veces más personal de guardia que un día normal citado como servicio mínimo
- Ya constan las primeras bajas médicas por ansiedad ante el futuro incierto y el maltrato de las instituciones
A pesar de que la compañía sigue asediando a los tripulantes de cabina para que pasen el servicio de bar a bordo y sus ventas de productos superfluos durante las jornadas como un servicio mínimo, los trabajadores de Ryanair llevan jornadas viendo en esta huelga de bandejas caídas su única forma de demostrar que sí quieren ejercer su legítimo derecho a huelga contra una amenaza de despido de más de 500 trabajadores en menos de cuatro meses.
Según informaciones recogidas por los propios tripulantes en las bases, esta huelga, que tiene un seguimiento de entre el 70 y el 100% entre los diferentes aeropuertos, le sale a Ryanair por unos 40.000 euros menos de ingresos en cada jornada de paro: “aunque las cifras de venta nunca son las mismas, sí hay unos patrones. Por ejemplo, en Canarias, las bases que ellos mismos llaman no rentables, con vuelos de larga distancia y mucho pasajero británico, se factura en servicio a bordo y ventas unos 20.000 euros por día normalmente: entre 5.000 y 6.000 en Lanzarote, de 6.000 a 8.000 en Las Palmas y de 7.000 a 9.000 en Tenerife. Ahora vuelven a cero o con un par de botellas de agua vendidas para pasajeros que lo necesitaban. Hemos encontrado mucha comprensión en el pasaje, mucha más preocupación que la que tienen por nosotros los gobernantes” expone Marco Rodríguez, miembro del comité de huelga por USO y tcp de Tenerife Sur.
“En las bases peninsulares, que realizan trayectos más cortos, se vende menos. Aunque haya más vuelos programados, algunos duran apenas una hora. No obstante, en Girona se pierden unos 5.000 euros por jornada. En el conjunto de las otras nueve bases no afectadas por el cierre, con un seguimiento menor, se deja de vender por valor de unos 15.000 euros”, continúa relatando Rodríguez.
Entre los incumplimientos frente a los que se sigue haciendo la vista gorda está la sobrepoblación de las salas de guardias: “no son solo los vuelos los servicios mínimos abusivos, para los que citan al 100% de un día habitual, sino las imaginarias. En Girona, un día normal hay solo una persona de guardia por la mañana y otra por la tarde. En los días de huelga, se convocan como imaginarias, conminados como servicio mínimo, a 14, 7 por turno. En Lanzarote, se llama a 6 en lugar de a 1. En Las Palmas, 8 en lugar de 1; y en Tenerife, 14 frente a una única persona de guardia habitualmente. Ya no hablamos del 100% de mínimos, sino de un 110%, más plantilla trabajando en los días de huelga, algo de lo que hemos escuchado enorgullecerse tanto a Ryanair como al ministro de Fomento en funciones”, continúa el tripulante de USO.
Esta situación de incertidumbre por sus puestos de trabajo y su impotencia de no poder reclamar como cualquier trabajador ejerciendo su derecho a huelga y a movilizaciones durante esos días que visibilicen su descontento, “ya está teniendo consecuencias en la salud de los tripulantes. Hemos tenido cuadros de ansiedad con baja e incluso alguna hospitalización. Hechos agravados por el trato recibido por la empresa después de presentar los partes médicos. Prevemos que, conforme nos meten en un callejón sin salida, estos episodios van a ir en aumento. Un daño a la salud laboral inadmisible y un riesgo para la propia seguridad aérea que estemos volando en estas condiciones”, concluye Marco Rodríguez.
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