La cifra de personas en edad laboral con discapacidad ha ido aumentando en los últimos años. El año 2016 fue el primero con datos comparables, con 1.840.700 personas, cifra que aumentó en 19.900 personas más en 2017, hasta alcanzar la cifra de 1.899.800 personas, según los últimos datos publicados por el INE. De ese total, 654.600 de ellas se encuentran activas, siendo el 58,4% hombres y el 41,6%, mujeres.
La baja participación en el mundo laboral hace que la tasa de actividad de las personas con discapacidad sea muy reducida, y únicamente alcanza el 34,5%, mientras que en la población sin ninguna discapacidad reconocida la tasa de actividad es del 77,6%, más del doble respecto de las personas con discapacidad. Las mujeres con discapacidad están por debajo de esa media y tienen una tasa de actividad del 33,6%, mientras que los hombres están por encima, con una tasa de actividad del 35,1%.
De las 654.600 personas activas con discapacidad, solo 489.500 han estado ocupadas en 2018, siendo el 58,3% hombres.
En cuanto a la tasa de ocupación alcanza el 25,8% en 2018, lo que supone un 0,1% menos que en 2017, mientras en la población sin discapacidad dicha tasa es del 64,4%.
Son las mujeres con discapacidad la población con menor tasa de ocupación con un 25,2%. En el caso de los hombres es del 26,2%.
La mayoría de la población con discapacidad se encuentra en situación de inactividad, con 1.245.100 personas en 2018 lo que supone que el 65,5% de la población en edad laboral con discapacidad estaba en esa situación. Las personas con discapacidad entre 16 y 24 años tienen la mayor tasa de paro, alcanzando el 58,1%, cuando la media entre la población entre 16 y 64 años es del 25,2%. La menor tasa de paro es para la población con edades entre los 45 y los 64 años (21,1%).
En la población con discapacidad las diferencia entre hombres y mujeres e cuanto a tasa de actividad es inferior a 1,5 puntos en la tasa de actividad de las mujeres, un punto menos en la tasa de ocupación y con 0,4 puntos menos de tasa de paro en las mujeres con discapacidad.
En cuanto a los datos según el tipo de jornada vemos que en las jornadas completas, el 37% son mujeres y el 63% hombres, porcentajes que se invierten en las jornadas parciales en las que las mujeres representan el 63% y los hombres el 37%.
Si analizamos dónde se concentran las mujeres y dónde los hombres vemos que 74 de cada 100 mujeres con discapacidad tienen jornada completa, mientras que los hombres con discapacidad, 89 de cada 100 tienen jornada completa. En cuanto a la jornada parcial, 26 de cada 100 mujeres con discapacidad tienen esas jornadas y, en el caso de los hombres, 11 de cada 100.
Según las últimas estadísticas del SEPE y los datos que manejamos desde el sindicato, el total de contratos firmados por personas con discapacidad de enero a noviembre de 2019 fue de 34.617, 39 más que en 2018. De cada 100 personas que firmaron un contrato, 39 fueron mujeres y 61 hombres con discapacidad. En cuanto a la duración del contrato tanto hombres como mujeres firmaron en su mayoría contratos temporales: 70 de cada 100 firmaron un contrato temporal frente a 30 de cada 100 que firmaron con contrato indefinido.
Desde USO consideramos que debemos seguir trabajando y potenciando la afiliación entre las personas con discapacidad para así trabajar en su integración real, haciendo cumplir a las empresas lo regulado en materia de contratación, igualdad salarial y todo lo previsto para este colectivo. De igual forma consideramos necesario velar por el cumplimiento de la legislación en materia de accesibilidad y adecuación de los puestos de trabajo, exigiendo además el cumplimiento de la cuota de reserva para personas con discapacidad en las empresas de más de 50 personas en plantilla.
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