El IPC sube un 2,7% de media en junio, pero el gasto de vivienda se dispara el 10,9% por el incremento de los precios de la energía
El IPC se mantiene en junio en la subida del 2,7% que ya había registrado en mayo. Un aumento anual que se ceba, especialmente, con productos de primera necesidad, como la energía del hogar, y algunos de alimentación, como aceites, carnes y lácteos.
Los precios relacionados con la vivienda se han disparado, con un crecimiento que cuadriplica el índice general: un 10,9% de subida, provocada por los precios de récord, un mes más, de la electricidad.
“Aunque para esta estadística aún no habían entrado en vigor las medidas anunciadas desde Transición, con los nuevos máximos de precios que se están registrando estos días por la ola de calor y la subida ya acumulada, el gasto familiar en luz seguirá creciendo mes a mes. Ha sido una decisión tardía e insuficiente, que no contempla la energía en el hogar como el bien de primera necesidad que es. Por lo tanto, debería estar gravado con el IVA superreducido del 4% como primera medida antes de la necesaria reforma en profundidad del sistema energético y fiscal”, pide Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.
Comer sano no puede ser un lujo
La alimentación básica es el otro gran grupo de la cesta que perjudica cada vez más a la población general.
“Cada mes es un producto nuevo, pero la realidad es que los precios de los alimentos ponen en peligro de malnutrición a un sector cada vez mayor de la población. En esta ocasión son sobre todo las carnes, aceites y lácteos. Pero las verduras y legumbres llevan meses al alza y este mes han seguido subiendo, aunque la estadística se refiera a ello como ‘suben menos que en 2020’ y por eso parezca que no se encarecen. Comer sano se ha convertido en un lujo, cuando es un derecho y un problema enquistado de salud pública”, advierte García.
El IPC aumenta en junio casi el doble que la revalorización salarial media: urge subir el SMI
Por último, la secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral incide en que esta subida es aún más grave “porque no se corresponde con la misma revalorización de los salarios. La negociación colectiva sigue a ritmo lento, con menos convenios firmados de enero a mayo de este año que en 2020, a pesar del estado de alarma. Pero, además, la subida media pactada es de poco más de la mitad del IPC: 1,56%. Es urgente una subida del SMI acorde con el mínimo que marca la Confederación Europea de Sindicatos y que para España está en torno a 1.150 euros mensuales en 14 pagas”.
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