El paro ha vuelto a subir por cuarto mes consecutivo y vuelve a niveles previos a la campaña turística estival, lo que demuestra que “no se crea empleo real en España, dependemos fuertemente de que el turismo extranjero siga eligiéndonos como destino principal para que los empleos temporales y precarios del verano sigan enmendándole al Ministerio los datos del paro”, reclama Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de la USO. Esa fuerte dependencia, asegura, “queda patente en que sea Baleares la comunidad autónoma más golpeada por el paro de noviembre, con un aumento de 12.586 desempleados”.
En España hay a finales de noviembre 3.474.281 personas registradas en el Servicios Públicos de Empleo, un 0,21% más que en octubre -7.255 desempleados más-, aunque representa un descenso interanual del 8,33%. Por sectores, los datos son desparejos, ya que ha bajado en construcción, agricultura e industria, pero ha sufrido un fuerte golpe en servicios, con 23.048 desempleados más. Una constante, la del desempleo hostelero y turístico en noviembre, que “no arregla ni el inicio de la campaña de Navidad, con su abuso de contratos troceados”.
El desempleo en España “sigue estando feminizado”, denuncia Sara García, ya que “la subida intermensual vuelve a penalizar a las mujeres (0,02% para los hombres y 0,35%, las mujeres); pero en el plano interanual, donde sí se ve una leve mejora de los datos, también estos favorecen a los hombres, ya que el desempleo se ha reducido entre ellos un 11,91%, mientras que en las mujeres solo ha bajado el 5,52%”.
Sara García muestra su mayor preocupación por el futuro de las pensiones. La Seguridad Social ha perdido en noviembre 12.773 afiliados, lo que “unido al desfalco constante de la ‘hucha’, de la que el pasado viernes han vuelto a sacar más de 3.500 millones, pone en grave riesgo que quienes hoy estamos trabajando lleguemos a cobrar nuestra jubilación. Y lo que es peor, que los propios pensionistas puedan recibir su mensualidad, ya que el Fondo de Reserva apenas cubre ahora mismo una nómina”. Entre el colectivo más cercano al retiro, los mayores de 45 años, el paro también ha subido, un 0,22%, una franja “especialmente sensible porque si el paro se cronifica en esas edades, esos trabajadores quedan en un inminente riesgo de exclusión social”.
La única nota positiva la ponen dos datos: la contratación entre el colectivo sin empleo anterior, donde 6.160 han dejado las listas del paro; y el descenso del desempleo entre los menores de 25 años (-2,02%). Una cifra que, no obstante, asegura el responsable del Departamento de Juventud, Pablo Trapero: “es poco avance para todo lo que los jóvenes llevan perdido en materia de empleo en este país. Seguimos a la cola de Europa en ocupación de los más jóvenes y los que se incorporan al mercado laboral lo hacen en condiciones precarias y a veces con contratos de uno o dos días de duración”.
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