Comienza el nuevo curso escolar 2019/2020 con nuevos gobiernos autonómicos y también con la ausencia de un Gobierno central después de meses de negociaciones y acuerdos fallidos. Miles de docentes se incorporan estos días a las aulas de todos los centros con la ilusión de que la su labor educativa repercuta positivamente en los alumnos y contribuya para crear, entre todos, un mundo más humano y solidario. Nuestro sistema educativo siempre puede mejorar, es obvio, pero también es cierto que contamos con miles y miles de profesionales que hacen diariamente todo lo que pueden, y más, para conseguir llevar a las aulas una educación de calidad.
Desde la Federación de Enseñanza de USO trabajaremos en esta dirección, sumando voluntades y reforzando los puntos de encuentro entre los agentes sociales y educativos, que son muchos. Trabajaremos para que se siga avanzando en mejorar las condiciones socio laborales de todos los trabajadores de la enseñanza –pública, concertada y privada- y para que se avance también en su situación económica. Es necesario recuperar las inversiones y avanzar en medidas eficaces con el fin de que la educación cuente con los profesionales mejor preparados, prestigiados y valorados.
Por eso, volvemos a reclamar sensatez a los políticos y que pongan su empeño en trabajar juntos por el bien común. Conocemos sobradamente las ideas y propuestas que hacen los partidos, cuáles son sus prioridades en educación. Muy alejadas y contrarias en temas cruciales, como la configuración de la red de centros públicos y concertados.
No parece fácil que esto vaya a suceder a corto plazo por las señales que lanzan los partidos políticos y por algunas de las decisiones que se han tomado en los últimos meses. Algunos parecen empeñados en vivir constantemente en un estado de alarma y de guerra escolar que enfrente a las redes educativas. Desde FEUSO defendemos que a la hora de analizar la educación española hay que priorizar aquellos asuntos educativos que objetivamente no funcionan bien y reforzar de manera profesional, con los medios humanos y materiales necesarios, los centros educativos y el alumnado que necesitan más atención. Para FEUSO, los problemas de la educación española no son, como a menudo se suelen reducir, ni la existencia de la enseñanza concertada o de la enseñanza diferenciada, ni la presencia de la asignatura de Religión en el currículo de los alumnos, o la red de centros Educación Especial. Sin embargo, como decíamos, lo que estamos viendo estos últimos meses –negociaciones en torno a una nueva ley de educación y a la configuración de un nuevo Gobierno- nos parece insistir en el mismo error de siempre, que es querer prevalecer por encima de querer convivir y comprenderse.
El actual partido en el poder, el PSOE, ha decidido marginar a los representantes de la Enseñanza Concertada en la ronda de negociaciones que ha tenido con diferentes colectivos sociales para abordar la situación educativa española; tampoco refuerzan el consenso necesario las medidas de gobierno que ha planteado el PSOE para la educación, solamente ideológicas y que en nada contribuyen a reforzar el trabajo diario de los profesionales de la enseñanza.
Por el bien de la educación española, deseamos que las reformas que se quieran emprender vayan en la dirección de mejorar de manera prioritaria las condiciones de todos los profesionales de la educación, no solamente los de un sector. Pedimos también que cuenten con ellos a la hora de buscar las mejores soluciones educativas.
Miles de alumnos van a comenzar sus clases con toda normalidad en los centros públicos, concertados y privados. Por todo ello, la sociedad española y su sistema educativo se merecen confianza y estabilidad. No es el momento de insistir en el enfrentamiento de los modelos educativos. Debería primar el espíritu de pacto y de una mayor unidad entre todos para construir una educación mejor, basada especialmente en el prestigio de los profesionales de la enseñanza. Esta debería ser la prioridad.
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