La industria electrointensiva de este país está sufriendo los efectos de una nefasta política industrial y energética, agravados con la asignación de competitividad de la subasta de interrumpibilidad que se ha llevado a cabo esta semana y que ha reducido su compensación en un 95% respecto a 2019.
Por este motivo, y por las consecuencias industriales y laborales que ya está empezando a tener en algunas empresas del sector (Arcelor-Mittal, Ferroatlántica, Grupo Celsa, Acerinox, Emce, etc.), que comienzan a presentar medidas de ajuste y reestructuración, a petición de la Federación de Industria de USO, vamos a empezar un calendario de movilizaciones para exigir al Gobierno que reaccione y proteja un sector estratégico para nuestra país.
USO, con las correspondientes federaciones de UGT y CCOO, los sindicatos mayoritarios en este sector, ha convocado una concentración el próximo 22 de enero en Madrid, cuando esperamos reunirnos con todos los grupos parlamentarios para trasladarles la problemática y el riesgo de los puestos de trabajo directos e indirectos.
El desencadenando han sido los resultados de la última subasta de interrumpibilidad, que torna más inestable aún el mercado de la energía para este tipo de empresas. Pero esto se une a la falta de medidas concretas que puedan suponer una mayor competitividad de la industria de gran consumo eléctrico, como el Estatuto de la Industria Electrointensiva, los pagos por emisiones indirectas de CO2, la reducción de peajes, fomentar los contratos bilaterales y recuperar así la competitividad perdida.
Desde FI-USO “hacemos un llamamiento para que esta concentración sea lo más numerosa posible y hagáis extensible la convocatoria a todas las empresas de vuestros respectivos ámbitos”.
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