La Federación de Trabajadores de Seguridad Privada de USO, junto con la Federación Nacional de Guardas Rurales, ha mantenido una reunión con María Soledad Serrano, directora del Organismo Autónomo Estatal de Inspección de Trabajo y Seguridad Social, para abordar el intrusismo laboral en el ámbito de la guarda rural.
El instrusismo laboral en todo el sector de la seguridad privada es un problema grave, especialmente entre los guardas rurales. “Los guardas rurales son trabajadores que se encuentran en el campo y en los cotos de caza principalmente, y pueden ser contratados como autónomos”, explica Basilio A. Febles, secretario general de FTSP-USO.
Para su contratación, y para que la Seguridad Social los encuadre como guardas rurales, es necesaria una autorización por parte de las Administraciones Públicas, que debe solicitar la empresa. “Muchas empresas no exigen la autorización pertinente, y se producen numerosos casos de intrusismo, que van en constante aumento”, prosigue Febles.
Desde la FTSP-USO, se considera como una anomalía de carácter grave el intrusismo en el sector de la guarda rural. Al tratarse de trabajadores autónomos, se ven perjudicados su trabajo, su contratación y su cotización. “Se debe hacer especial hincapié en las Administraciones Públicas para que exijan el cumplimiento de la ley. En este sector, al igual que en muchos otros dentro de la seguridad privada, las empresas continúan incumpliendo la legislación vigente”, finaliza Febles.
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