Desde USO venimos advirtiendo hace meses una realidad: el aumento de los accidentes laborales. Entre enero y agosto de 2014 ya se han superado a los que se produjeron en el mismo periodo del año pasado. Se han producido 311.977 accidentes de trabajo con baja, 13.081 más que el año pasado en el periodo analizado.
Y es que no sólo suben los datos absolutos, si no que el índice de incidencia también se incrementa, lo que implica que la subida no está relacionada con un hipotético incremento de la población activa, sino que hay otras circunstancias que están influyendo.
Dentro de los ocurridos en jornada de trabajo, los que han experimentado un mayor a aumento son los accidentes leves, habiéndose producido 11.916 casos más que en el mismo periodo del año pasado. Aunque sean calificados como leves hay que tener en cuenta que muchos acaban suponiendo bajas de larga duración, que contrastan con su supuesta levedad. Los datos más tristemente espectaculares los encontramos en el sector agrario y en industria, en los cuáles los accidentes mortales han aumentado un 71,9% y un 34,7% respectivamente.
Desde USO consideramos que hay varios factores que pueden ser causantes de éste incremento. Uno de ellos, es la precariedad que caracteriza al empleo que se está creando y fomentando en España. Los nuevos puestos de trabajo son en su mayoría temporales, con el componente que esto conlleva de inestabilidad y mayor exposición a ciertos riesgos.
Por otro lado, es necesario analizar como posible causa el debilitamiento del sistema preventivo. A lo largo de la crisis, muchas empresas han recortado en prevención. De aquellas que contaban con servicios propios de prevención, muchas han reducido personal. En cuanto a los servicios de prevención ajenos, también han tenido sus propios ajustes, que repercuten en la calidad del servicio prestado.
Hay otras medidas que han podido influir, como la de principios de este año, en la que se faculta al empresario, en empresas de hasta 25 trabajadores, a asumir la gestión de la prevención de riesgos personalmente.
USO defiende que no se permitir que se recorte en la aplicación de medidas preventivas para proteger a las personas trabajadoras, ya que no hay que olvidar que los trabajadores y trabajadoras tenemos derecho a llevar a cabo nuestro trabajo de manera que éste no perjudique nuestra salud, y lo contrario es un incumplimiento de la ley.
En los últimos días estamos asistiendo a un accidente laboral, ocurrido ante los ojos de todos y todas, incluidas las más altas autoridades de este país: el contagio de ébola por parte de una profesional sanitario. Hemos podido ver como personas con responsabilidades institucionales han intentado culpar a la trabajadora afectada de su propio accidente. Esto además de muchas otras cosas, muestra la importante falta de cultura preventiva y un grave desconocimiento de los derechos y obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales, lo que es aun más preocupante viniendo de una importante autoridad pública.
Existen sobradas razones para plantearse seriamente porque está aumentando la siniestralidad laboral, y para poner las medidas adecuadas para acabar con ella. Si, como se espera, según las previsiones del gobierno, entramos en una situación de creación de empleo sin reforzar la prevención de riesgos laborales, nos arriesgamos a alcanzar cifras de accidentes aún más alarmantes.
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