La hiperconexión o conexión permanente a los dispositivos digitales trae consigo una serie de riesgos laborales. USO recuerda algunas medidas preventivas para facilitar la necesaria desconexión
La tecnología facilita la conexión permanente pero la hiperconexión tiene efectos sobre la salud y genera riesgos psicosociales sobre los que hay que actuar. USO te recuerda alguno de los riesgos laborales del uso intensivo de los dispositivos digitales y las medidas preventivas para facilitar la desconexión.
La pandemia ha supuesto la aceleración del proceso de digitalización, estableciéndose nuevas formas de trabajo como el trabajo a distancia. La inestabilidad del entorno laboral y el miedo a perder el empleo trajeron consigo una excesiva implicación y disponibilidad por parte de los trabajadores. La hiperconexión ha derivado en la aparición de síndromes que pueden converger en un bloqueo mental, impidiendo el disfrute de la vida personal y el tiempo libre.
La Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos y garantía de derechos digitales y la Ley 21/2021, de Trabajo a distancia, han tratado de ofrecer una solución a la hiperconectividad mediante la regulación del derecho a la desconexión digital. A través de esta nueva normativa, se recoge la desconexión digital desde una perspectiva de negociación colectiva.
Riesgos laborales que provoca la hiperconectividad
Las TIC han proporcionado al mundo laboral reducción de costes, productividad, eficacia y flexibilidad. Sin embargo, los riesgos emergentes que se derivan de estas nuevas formas de trabajo suponen un elevado coste tanto físico como psicosocial.
En general, la hiperconexión y el uso de las TIC conlleva una serie de riesgos laborales que giran en torno a tres ejes fundamentales:
- Síndrome Visual Informático. Los principales síntomas asociados son vista cansada; dolores de cabeza; visión borrosa; visión doble; ojos secos y dolor de cuello y hombros, debido al incremento de concentración visual necesario por los esfuerzos del ojo para adaptarse a diferentes enfoques, la disminución de frecuencia de parpadeo y la exposición a luces azul-violeta o led.
- Trastornos Musculoesqueléticos o TME. La adopción de malos hábitos posturales en el uso de portátiles y dispositivos móviles da lugar a fatiga física o muscular. Las principales consecuencias son el Síndrome del Túnel Carpiano (STC); Tenosinovitis de D´Quervain; Epicondilitis y BlackBerry Thumb Syndrome (BTS). Así como, Text Neck (TN), una pérdida de la curvatura natural del cuello y del lineamiento con la columna vertebral por inclinación mantenida de la cabeza en largos periodos de tiempo.
- Factores de Riesgo y Riesgos Psicosociales. El aislamiento y la falta de contacto cara a cara es uno de los factores psicosociales de riesgo más comunes. Dificulta la comunicación en la organización, y puede limitar las posibilidades de promoción y refuerzos organizacionales. También puede convertirse en desilusión, desesperanza y alienación. La sobrecarga de trabajo y los límites difusos entre los espacios laboral y familiar son otros aspectos negativos. El exceso de información, proveniente de diferentes fuentes digitales y la posibilidad de sufrir continuas interrupciones del trabajo, son claros ejemplos de factores que afectan al nivel de atención y rendimiento. El uso intensivo de las TIC se relaciona con la falta de habilidades en la autogestión del tiempo, que, unido al aumento de control del rendimiento por parte de las organizaciones, puede conducir a mantener una hiperconectividad y disponibilidad constante realizando actividades a cualquier hora y en cualquier lugar, prolongando las jornadas laborales más allá de lo admisible.
Algunas medidas preventivas para favorecer la desconexión digital
Las medidas preventivas adoptadas para prevenir el impacto de las TIC y orientadas a favorecer la desconexión digital pasan por:
- Formación sobre los riesgos asociados a la conexión permanente, la gestión del tiempo y la gestión del cambio tecnológico.
- Crear protocolos específicos y medidas que garanticen la no interrupción de los descansos; instalar programas automáticos que imposibiliten la recepción y envío de correos electrónicos o el acceso remoto al servidor de la empresa fuera del horario laboral o limitar su uso a determinadas horas o en determinados días.
- Instaurar instrucciones, circulares y guías de buenas prácticas en el manejo de las TIC para evitar un uso inadecuado una vez concluye la jornada laboral.
- Realizar campañas de sensibilización sobre la incidencia del uso inadecuado de las TIC en el equilibrio vida-trabajo y sobre la necesidad de separar la vida laboral, de la personal o familiar.
- Diseñar procedimientos que faciliten la comunicación interna entre el personal, especialmente en remoto, para evitar el aislamiento y los contactos fuera del horario laboral.
- Organizar el tiempo de trabajo planificando tanto la cantidad de trabajo previsible como la inesperada y el plazo de finalización estableciendo prioridades para evitar la multitarea y la prolongación de la jornada laboral.
Desde USO entendemos que las empresas deben establecer medidas organizativas y operativas para la efectiva implantación de la desconexión digital, con el fin de paliar los efectos que provocan tanto la hiperconexión como la tecnoadicción, que deben ser medidos y evaluados para conocer el grado de incidencia en la salud.
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