El ministro Escrivá ha propuesto aumentar el periodo de años para calcular las pensiones, pasando de los 25 actuales a 30
La propuesta del titular del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, acerca de aumentar de 25 a 30 los años para calcular la cuantía de las pensiones “es una irresponsabilidad. Una reforma sobre un tema tan relevante y complejo como son las pensiones se aborda, de nuevo, con ocurrencias, propuestas improvisadas que se conocen a través de la prensa. Ocurrió con lo que se denominó “primera parte de la reforma de las pensiones” y no está siendo diferente en esta segunda parte, que debe que remitirse a las instituciones europeas antes de finalizar el año”, critica la secretaria de Acción Sindical y Empleo de USO, Sara García.
30 años para calcular la cuantía de las pensiones
El ministro Escrivá ha propuesto incrementar a 30 años el período de cálculo para determinar la cuantía de la pensión. El periodo de cálculo de las pensiones siempre ha estado encima de la mesa y ha sido una de las medidas más polémicas en cuanto a las reformas de las pensiones. Ya en 1985 se aumentó de 2 a 8 años; en 1997 se incrementó hasta los 15 años, y en 2011, con la reforma de PSOE, CEOE, CCOO y UGT, se aumentó, de forma paulatina, hasta los 25 actuales.
En esta ocasión de los 30 años cotizados se podrán escoger los 28 mejores, lo que supone un ligero alivio, pero es claramente insuficiente, una vez más se plantea el ajuste en pensiones por la reducción del gasto y no por la vía del aumento de los ingresos.
¿Cómo influye en la pensión aumentar los años cotizados para su cálculo?
El incremento de los años cotizados implica siempre una disminución de la pensión ya que esa extensión de años se realiza hacia periodos con bases de cotización inferiores. Cada año de incremento del período de cálculo implica un punto porcentual de reducción en el valor de la pensión.
Teniendo en cuenta que en 2027 (año en el que se pretende que ente en vigor ese aumento), se van a exigir 38,5 años cotizados para poder acceder a la pensión de jubilación a la edad ordinaria de 67 años, tan solo 8,5 años de los trabajados no van a computar para ese cálculo.
A lo largo de la vida laboral de una persona trabajadora hay periodos de estabilidad, inestabilidad, temporalidad, etc. Y es en la última década de su vida laboral cuando, como norma general, una persona trabajadora tiene una cierta estabilidad laboral y mejores condiciones económicas.
Haciendo una simple operación matemática, si se tienen en cuenta 30 años (aunque puedas descontar los dos peores) para calcular la pensión, el importe a percibir puede que sea menor, ya que a lo largo de esos 28 años se han tenido trabajos de todo tipo.
Inestabilidad laboral y bajos salarios
El modelo laboral actual nada tiene que ver con el de hace 20 o 30 años, cuando había grandes antigüedades en la misma empresa y estabilidad laboral. Hoy en día, y así lo muestran las estadísticas, la temporalidad, eventualidad o contratos con salarios ajustados a SMI, son las tónicas más habituales. Además, en los últimos años estamos viendo cómo los salarios crecen por debajo del IPC, lo que está suponiendo un empobrecimiento de las personas trabajadoras, o como se diría en términos económicos, una devaluación salarial.
Es decir, si hacemos una media monetaria de 30 años, con bajos salarios o inestabilidad laboral, el importe a recibir en la pensión será inferior que si tomamos como referencia 15 años en los que hay una estabilidad laboral y mejores condiciones salariales. Dicho de otra manera, cuando el pastel se divide en 30 porciones, no es lo mismo que cuando el pastel se divide en 15.
Este aumento de los años para calcular la pensión, si no van acompañados de medidas que solventen lagunas de cotización y otro tipo de irregularidades (adaptadas a la realidad del mercado laboral español), podría dar lugar a que las personas que accedan a la jubilación a partir de 2027 tengan pensiones inferiores que las que accedan a la jubilación antes de ese año, lo que supondría un empobrecimiento de las personas pensionistas.
Propuestas de USO para asegurar las pensiones públicas
No creemos necesario, desde USO, un nuevo incremento del número de años de cotización. Los actuales 25 años son más que suficientes, pues suponen la mitad de una vida laboral. Por ello, planteamos que estos actuales 25 años no tengan que ser necesariamente los últimos, sino que se puedan escoger los 25 mejores años cotizados a lo largo de toda la vida laboral.
Por otro lado, entendemos que es necesario que la actualización con el IPC de las bases de cotización no excluya de la misma los últimos 24 meses.
También se ha puesto sobre la mesa, pero sin una concreción detallada la posible vinculación del incremento de la base máxima de cotización con el IPC desde 2025 a 2050, un largo periodo de 25 años, que desde USO creemos que no se va a cumplir. Este futuro incremento llevaría consigo un destope también de la actual pensión máxima, pero no sabemos qué parte de este incremento dotaría al sistema y qué parte iría a incrementar la cuantía de la pensión.
Por último, falta por conocer la cuantía del SMI para 2023, ya que es lo que determina la base mínima de cotización, incrementando este en un sexto. Esto también supondría más ingresos al sistema.
“Desde USO seguimos defendiendo una reforma de la Constitución en la que se introduzca de forma explícita la prohibición de que las pensiones pierdan poder adquisitivo. Pero sobre todo, la prohibición clara y tajante de que puedan ser privatizadas. Hay que blindar las pensiones en la Constitución, por eso el próximo 17 de diciembre saldremos a la calle en Madrid, junto con el resto de organizaciones de la MERP”, recuerda García.
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