El Instituto Nacional de Estadística ha certificado la caída de los precios durante el mes de septiembre. De esta forma, el IPC anual se sitúa en el -0,9% y la variación mensual de los precios es del -0,3%. La vivienda, con el descenso de los precios de la electricidad que han subido menos que el año anterior, así como el transporte, con una reducción del 6,4% en los precios de los carburantes, son los grupos que mayor influencia han tenido en este descenso de los precios.
En el lado opuesto se encuentran vestido y calzado, cuyos precios han subido un 5% y alimentos y bebidas no alcohólicas, que suben el 0,1%, a consecuencia de la subida del precio de las legumbres y hortalizas frescas (que crecen un 7,1%) y los aceites, que incrementan su precio un 3,5%.
Estamos ante el segundo mes consecutivo en el que se registran importantes descensos en los precios de consumo, pero sin embargo no se traducen en un descenso de los precios de productos de primera necesidad.
“A pesar del descenso generalizado en los precios, el consumo no se está reactivando ya que esas bajadas de precios no están incidiendo sobre la alimentación y básicos. Aún existen 5 millones de desempleados que han visto reducida su capacidad adquisitiva bien por la merma en el importe de sus subsidios, bien por haber dejado de percibirlos, y muchos otros trabajadores que, aún con empleo, tienen serias dificultades para llegar a fin de mes”, argumenta Joaquín Pérez, secretario de Comunicación y Formación de la Unión Sindical Obrera.
“Urge adoptar medidas concretas que fortalezcan el mercado de trabajo, que favorezcan la creación de empleo de calidad y estable, que posibiliten una subida salarial digna y que blinden el sistema de protección social para que la “caída libre” en la que se encuentran los precios se materialice en la mejora de la calidad de vida de los españoles”, defiende Pérez.
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