La Jornada Mundial por el Trabajo Decente (JMTD) del 7 de octubre es ya una cita anual emblemática en la agenda para la reivindicación del mundo del trabajo y de la acción de los sindicatos. Su objetivo es lograr la universalización, en todos los lugares del mundo, de este elemento, el Trabajo Decente, como realización y creación humana. USO comparte este noble empeño, y por eso hace suya la jornada y la reivindica.
La JMTD está íntimamente imbricada al nacimiento de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que la instituyó en su fundación como expresión internacionalista. Su primera convocatoria fue realizada en el año 2008, por lo cual celebramos este año la 12ª jornada.
Gracias a ello ahora disponemos de un logro no menor: el estandarte del Trabajo Decente forma parte ya del acervo en las declaraciones y textos internacionales. Así, está recogido expresamente dentro del 8º Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, junto a otras metas relevantes: la erradicación del trabajo infantil para que niños y jóvenes puedan formarse; para que haya prestaciones y previsiones sociales; oportunidades de empleo; diálogo social y negociación colectiva; derechos en el trabajo; piso de protección social; formarse a lo largo de la vida; trabajos en sectores sostenibles, y puesto que no habrá empleo en un planeta muerto …por una transición justa para que no haya trabajadores pobres.
En la celebración del día 7 de octubre de 2019, USO se une al llamamiento de la CSI reclamando una potente política de inversiones en el sector de cuidados. Ello redundaría positivamente en mejorar los salarios y condiciones de trabajo en un sector de la economía tradicionalmente feminizado y precario, proporcionando además un impulso para lograr la igualdad de género en el trabajo y en la sociedad.
Desde USO pedimos tanto a los distintos gobiernos de las administraciones públicas, como a las patronales e inversores, una acción decidida para apostar por un sector que aportaría un estímulo económico esencial en un momento en que la economía mundial se encuentra paralizada y las familias trabajadoras están pasando apuros.
El trabajo en el sector de los cuidados es fundamental en el sostenimiento familiar, intergeneracional y, en la mayoría de las ocasiones, no es una mercancía que se compra o se vende, pero se realiza. No entra en el PIB, en el crecimiento económico, pero sin él no seria posible la economía productiva remunerada que conocemos.
El trabajo en cuidados es transversal -o debería serlo-. A todos nos corresponde hacerlo. Pero en la mayoría de las sociedades y países son exclusivamente las mujeres las que ocupan más tiempo en esas labores. Lo hacen sin remuneración, y cuando hay salario de por medio, es considerado socialmente como empleo marginal y clasificado con escasa cualificación.
De ahí, que invertir en cuidados genere igualdad de género. Tanto en el trabajo remunerado como en la sociedad y en el entorno familiar.
Invertir en cuidados es invertir en nosotros mismos, en reducir la brecha salarial y generar la igualdad de hombres y mujeres en el trabajo, en su promoción y cualificación; atender a personas dependientes, mejorar la autonomía de los mayores y redistribuir la calidad de vida.
USO apuesta para que esta JMTD dedicada a la inversión en cuidados para la igualdad de género constituya un momento de reflexión mundial para el cambio y transformación de la propia sociedad.
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