Una década después del inicio de la crisis, desde USO denunciamos que las personas jóvenes siguen siendo las más afectadas por la falta de empleo y pedimos que se les faciliten oportunidades laborales de calidad, ya que, para subsistir, tienen que acogerse a contratos temporales, así como garantizar el acceso a la educación, no solo de estudios superiores, sino secundarios y, cómo no, de formación profesional.
En España, la tasa de paro juvenil se sitúa en el 41,6%, hay solo un 19,5% de tasa de emancipación y un 57,1% de temporalidad en los contratos de los jóvenes. Datos nada halagüeños y que esconden el aumento de la pobreza juvenil, la consolidación de la precariedad y la falta de oportunidades laborales y sociales para la juventud.
Tal y como hemos denunciado en varias ocasiones, ante la falta de oportunidades laborales que permitan a la juventud no solo emanciparse, sino construir un futuro, muchas personas jóvenes deciden buscar oportunidades de trabajo fuera de España donde sí les ofrecen lo que aquí no. “Llevamos 10 años dejando escapar el talento juvenil, diez años en los que, pese a haber invertido en una formación en España, desde las instituciones se permite regalar esa formación y experiencia a otros países. En definitiva, llevamos 10 años con fuga de cerebros”, señala Pablo Trapero, responsable confederal de Juventud USO.
Los jóvenes que llegan a la edad de trabajar, se encuentran con que las habilidades que adquirieron no les sirven en el mercado laboral actual. El sector privado tiene un papel primordial y una oportunidad para ayudar a paliar la carencia de conocimientos y para dar a las personas jóvenes las herramientas que necesitan para alcanzar su potencial. Pero no todo debe pasar por el sector privado, además, es más necesario que nunca que el sector público se abra a las personas jóvenes. “Con una AGE cada vez más envejecida, el empleo público sería no solo una gran oportunidad laboral para miles de jóvenes, sino también una manera de regenerar la Administración y permitir que se cubran plazas que llevan años sin cubrirse por la ausencia de convocatorias”, afirma Trapero.
Por eso, desde USO lamentamos que España no dé las respuestas que las personas jóvenes necesitan para introducirse en el mercado laboral. Además, España es el país que se sitúa a la cabeza de la Unión Europea respecto al desempleo juvenil y algunas zonas como Asturias es donde menos personas jóvenes hay de toda Europa. Las diferentes administraciones tienen un reto muy importante en lo relativo a la empleabilidad de las personas jóvenes y también un reto más social aún: dar oportunidades laborales a las personas jóvenes de ámbitos rurales para evitar que esa España vaciada que entró en campaña no caiga en el olvido y se piense también en ella y en las políticas de empleo y formación todos los días.
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