El 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud y, en 2014, éste es un día de lucha, en el que no se puede festejar nada cuando miles de jóvenes se ven obligados a irse de España hacia otros países en busca de oportunidades laborales, oportunidades que aquí, no encuentran. Unos lo llaman “movilidad exterior” pero, desde USO, lo denominamos emigración y fuga de cerebros porque eso es lo que es; jóvenes sobradamente preparados que desarrollan su talento fuera de nuestras fronteras.
Corren malos tiempos para la juventud en España y el Gobierno, no solo olvida a los jóvenes, sino que pone zancadilla tras zancadilla. En un país con un 55% de tasa de desempleo juvenil, recientemente se pone en marcha un tardío Plan de Garantía Juvenil, que lo que propone son contratos precarios y formación.
También se ha puesto fin a las ayudas al alquiler tras la última reforma fiscal; continúa el encarecimiento de las tasas universitarias; y se ha anunciado el cierre del Consejo de la Juventud en España.
Éstas son sólo algunas medidas, respecto al presente y futuro de los jóvenes españoles, que ha tomado el Gobierno y que lejos de favorecer a los jóvenes, les perjudica y les deja en el olvido, en la exclusión social o en el extranjero, buscando nuevas oportunidades de progreso.
Afrontamos, también, este día como un año triste para la Juventud en España, ya que en un futuro cercano, el Gobierno de España pretende cerrar el Consejo de la Juventud de España, organización que da voz a cientos de organizaciones juveniles de todo el Estado. Ante esta atrocidad que pretende acometer el Gobierno, la USO se muestra en contra, no solo porque miles de jóvenes se quedarán sin su principal altavoz sino porque, de llevarse a cabo este cierre, España sería el único país de la UE que no tendría Consejo de la Juventud a nivel estatal.
Desde USO, este 12 de agosto, instamos al Gobierno a que de una vez por todas piense en los jóvenes y en la juventud, que ponga en marcha políticas efectivas dirigidas a la juventud y que no se queden solo en palabras.
Porque no se puede decir que los jóvenes importan cuando les cierran el CJE, retiran ayudas al alquiler, se ofrecen trabajos temporales y mal remunerados o se encarecen las tasas universitarias. Exigimos que el Plan de Garantía Juvenil esté debidamente financiado y que sea efectivo para que los jóvenes de todo el Estado comiencen a tener nuevas oportunidades. Ser joven tiene que dejar de ser sinónimo de emigración forzosa, trabajo precario y dependencia económica. El Gobierno, en consenso con todos los agentes afectados, debe llevara a cabo políticas enfocadas al desarrollo laboral y formativo de la juventud. Porque una juventud sin empleo, es una sociedad sin futuro.
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