Tras la reunión de su Comité Ejecutivo a finales de junio, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha celebrado en la capital búlgara, Sofía, una conferencia bajo el título “Hacia una alianza europea para la convergencia salarial al alza”. En ella han participado dirigentes de las organizaciones patronales europeas (Business-Europe, CEEP y UEAPME); la comisaria de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la UE; varios ministros y altos representantes de los gobiernos de 17 Estados miembros de la Unión; así como el propio primer ministro de Bulgaria, Boiko Borísov. Por parte de España, la representación gubernamental ha corrido a cargo de la nueva secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valedeolivas. Entre las confederaciones sindicales nacionales asistentes, USO ha estado representada por su secretario de Acción Internacional y Desarrollo Sostenible, Javier de Vicente.
La presentación realizada por el secretario general de la CES, Luca Visentini, ha servido para situar de forma nítida el objeto de la conferencia: la propuesta de creación por la parte sindical de una agenda común entre todos los actores para hacer converger al alza los salarios de todos los trabajadores y trabajadoras europeos. Visentini ha justificado la propuesta sindical como “una cuestión de principios”, porque “la rivalidad entre países y empresas en el mismo mercado único, con trabajadores retribuidos de forma muy despareja, genera tremendas desigualdades, dumping laboral y competencia desleal”.
El líder de la CES defendió enérgicamente el principio de igual salario para igual trabajo, “algo que las empresas europeas deben garantizar”. Visentini también descartó que los sindicatos seamos ingenuos al hacer esta propuesta. “No se trata de tener el mismo salario en todos los países”, aseguró, “sino de alcanzar un equilibrio entre los costes y la productividad, ayudándose de salarios mínimos por ley en los países que lo precisen”.
Por la parte patronal, se defendió que la evolución de los salarios debe basarse siempre en el incremento de la productividad y no en otras variables. La crítica más dura a la propuesta de la CES vino de la mano de la portavoz de Business-Europe, Thérese de Liedekerke, quien se mostró en contra de cualquier automatismo para elevar salarios y defendió que la cuestión de los sueldos es una cuestión nacional, no europea, y que por tanto son los interlocutores sociales a nivel nacional quienes tienen que pactar los incrementos como hasta ahora.
La intervención de la comisaria de Empleo de la UE, Marianne Thyssen, fue más comprensiva hacia la propuesta sindical al asegurar que, además del Mercado Único Europeo, la Unión Económica y Monetaria va a precisar de una convergencia salarial “porque nos hace falta también la convergencia social”, afirmó.
En tono igualmente receptivo hacia la propuesta de la CES, la secretaria de Estado de Empleo de España ha aprovechado para criticar las reformas laborales en España y justificar que “la participación de los salarios en la renta nacional de nuestro país ha disminuido, lo cual es injusto”. Yolanda Valdeolivas se ha mostrado favorable a elevar el salario mínimo, establecer sueldos justos más equilibrados con el crecimiento de la productividad y promocionar una convergencia al alza para los salarios europeos.
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