El Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) se ha reunido en Bruselas los días 17 y 18 de diciembre. Lo ha hecho en un momento político para la UE muy relevante: a los pocos días de la toma de posesión de la nueva Comisión Europea y de la reciente sesión del Consejo Europeo sobre el cambio climático, el presupuesto a largo plazo y la unión económica y monetaria (UEM), y justo tras aclararse la salida del Reino Unido de la UE en vista del resultado de las elecciones generales en aquel país.
En la reunión sindical han participado por parte de USO, su secretario general, Joaquín Pérez, y el secretario de Acción Internacional y Desarrollo Sostenible, Javier de Vicente.
En el informe del secretario general de la CES, Luca Visentini, se han abordado las próximas iniciativas de la Comisión y de la agenda europea, como la dimensión social del llamado pacto verde – Green Deal en inglés- y de la apuesta por los procesos de transición justa; la comunicación sobre la iniciativa legislativa del Acta Digital que va a regular buena parte de las condiciones laborales de los trabajadores de plataformas digitales; el acuerdo alcanzado en el trílogo sobre el paquete de movilidad, que incluye los servicios de transporte; las expectativas ante la conferencia sobre el Futuro de Europa anunciada por la Comisión, donde los sindicatos quieren asegurarse de que los derechos sociales serán parte central del debate.
El Comité Ejecutivo ha aprobado también una resolución de solidaridad apoyando a los sindicatos franceses por la convocatoria de huelgas y movilizaciones que están realizando para confrontar la reforma del sistema de pensiones lanzada por el Gobierno de Macron.
Otro punto central de la reunión de la CES ha sido el relativo a una resolución sobre la negociación colectiva y la mejora de los salarios en Europa. Su análisis se realiza para salir al encuentro de una inminente comunicación de la Comisión Europea propuesta por la presidenta Van der Leyen, respondiendo a su promesa de establecer salarios mínimos en la UE. El documento, que ha sido aprobado como líneas de orientación, contiene 10 desafíos necesarios para la acción, 12 objetivos de promoción de la negociación colectiva, 5 objetivos para incrementar los salarios mínimos en Europa, y 7 líneas rojas para los sindicatos.
La esencia del documento de la CES es la defensa enérgica de la negociación colectiva entre los interlocutores sociales, al estar ésta directamente relacionada con los salarios que finalmente perciben los trabajadores. Las cifras demuestran que en muchos países la tasa de cobertura es ínfima, casi ridícula; sería el caso de Bulgaria y Rumanía, con cifras que rondan el 6% y el 7%. La protección con convenios sectoriales, tampoco es la tónica generalizada en todos los países, por eso debe reforzarse al máximo. El resultado debiera ser la mejora generalizada de los salarios.
La última de las derivadas de la evolución de la protección de los trabajadores mediante la negociación colectiva es, para la CES, la relacionada con la aplicación imprescindible de salarios mínimos en los estados miembros de la UE. En ese sentido, habida cuenta de la distinta cultura de los países nórdicos respecto al diálogo social, se busca un acuerdo común entre los sindicatos que será discutido en las próximas fases de la propuesta de la Comisión Europea, que en todo caso se resolverá para el mes de marzo de 2020.
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