La CRS de USO ha batido en el primer semestre de 2024 todos los récords, abonando 1,74 millones de euros a afiliados en conflicto: 1,53, en la huelga indefinida de Acerinox

La CRS de USO, nuestra Caja de Resistencia y Solidaridad, ha abonado en algo más de seis meses su récord histórico de cobertura: 1.740.572,53 euros. A mitad de julio, se habían resuelto los expedientes de 43 conflictos abiertos durante el primer semestre de 2024. Casi todos ellos se han debido a huelgas. Algunas, de hecho, han sido convocadas varias veces a lo largo de este semestre, como el transporte urbano de Vigo, en la empresa Vitrasa; o las ambulancias de Ciudad Real, contra la empresa Digamar.

Cobertura de la CRS a la huelga de Acerinox

Pero, sin duda, el conflicto que ha hecho historia en la cobertura de la CRS de USO ha sido la huelga indefinida de Acerinox, en la planta gaditana. La huelga, la más larga de la historia de Acerinox, se prolongó durante 135 días. El objetivo era conseguir mejoras cuantitativas y cualitativas en el convenio. Algo que, finalmente, tras el apoyo mayoritario de la asamblea a los últimos avances en la negociación, se produjo y se aceptó el 21 de junio.

USO cuenta en la planta siderúrgica con unos 400 afiliados. Esto supuso, durante los cuatro meses de huelga indefinida, un desembolso total de 1.520.539,30 euros. Un sostén imprescindible para todas esas familias; pues, salvo quienes acudieron algunos días a hacer servicios mínimos, no contaron en todo este tiempo con ingresos para poder sostener la protesta sindical.

“La CRS es una herramienta básica para poder ejercer la acción sindical con garantías. No se puede afrontar una huelga de estas características sin el soporte y la solidaridad del sindicato y de todos sus afiliados. La mejor forma de sofocar una huelga es estrangular el día a día de las familias. La CRS de USO, la única confederal, permite ese respaldo para que se respeten los derechos laborales”, afirma Sara García, secretaria de Acción Sindical y Empleo de USO.

Andalucía, Euskadi y Galicia, las más conflictivas en este semestre

Con la huelga de Acerinox, que supuso el 87,36 % del desembolso de la CRS, es lógico que Andalucía haya concentrado la conflictividad en este semestre. Ya ocurrió en 2021, con la huelga del metal en Cádiz. Un año en el que comenzó a crecer la conflictividad tras la pandemia, en una tendencia que se sostiene. 2023 ya cerró con más abono que los años anteriores, 391.093,89 euros, aunque 2024, únicamente con la mitad del año transcurrido, ha superado esta cifra con creces.

En Andalucía, además del mencionado conflicto de Acerinox, también se produjo uno de los de mayor repercusión en la CRS: T-Systems Eltec.

En el caso de Euskadi, se han respaldado 11 conflictos. Ha sido la Unión Territorial con más expedientes abiertos en la CRS. De entre ellos, el más largo y con mayor respaldo de la Caja de Resistencia y Solidaridad ha sido la larga huelga en Bilbobús: los afiliados han recibido 72.611,64 euros.

Por último, otro conflicto largo, el de Vitrasa, ha sido el tercero que más ha necesitado de la CRS. Durante estos seis meses, se han abierto 3 expedientes en la misma empresa, siendo el principal la aportación por huelga de 53.831,16 euros.

Prácticamente todos los territorios han necesitado ya este año de la CRS, excepto Baleares, Castilla y León, Ceuta, Extremadura, Melilla, Murcia, Navarra y La Rioja.

La mayor conflictividad, en Industria

Igualmente por la huelga de Acerinox, Industria ha sido la Federación con mayor aportación de la CRS, el 90,13 %. Pero esta conflictividad no solo se circunscribe a ese conflicto. Destaca, después, el de Orovalle Minerals, en Asturias, y el de T-Systems Eltec, igualmente en Andalucía.

La de Servicios ha sido la Federación con más expedientes abiertos, con 25. Se han dado dos conflictos largos, los mencionados en Bilbobús y Vitrasa, y muchos otros más breves, pero que igualmente han recibido el respaldo de la CRS para resolverse.

“Esto demuestra que la CRS es un apoyo imprescindible en sectores históricamente más sindicalizados, como el metal o la minería, pero también en los más precarizados, como normalmente son los de la Federación de Servicios. Cuanto más débil es la posición de los trabajadores y más bajos los salarios, más importancia cobra el soporte de nuestra CRS”, abunda Sara García.

Durante este semestre, ha habido conflictos respaldados por la CRS en todas las Federaciones Profesionales del sindicato.