La crisis económica ha generado una profunda desigualdad entre ciudadanos de una misma región, ampliando la brecha entre territorios ricos y pobres, en España y en Europa. Según los últimos datos de Eurostat, la diferencia en 2017 entre el PIB por habitante del oeste de Londres -región más rica de Europa- y la más pobre de España -Extremadura- es de 168.700 euros. Esta brecha ha aumentado un 41% en la última década.
La riqueza se concentra en las grandes capitales europeas y, en el caso de España, solo Madrid, País Vasco, Navarra, Cataluña y Aragón tenían en 2017 un PIB por habitantes superior a la media europea. En el lado opuesto, la mayor parte de las regiones europeas tiene un PIB igual o inferior al promedio de la Unión Europea (30.900 euros).
En el caso de España, según Eurostat, es junto con Francia uno de los países donde más se ha ampliado la brecha entre sus regiones y el resto de Europa. Así, Extremadura, Melilla, Ceuta y Canarias son regiones con una renta de entre el 64% y el 75% de la media europea.
“La crisis no ha sido igual para todos. Las políticas de austeridad han impactado tremendamente en la distribución de la riqueza, dando lugar a pocos territorios ricos, que aglutinan los mayores PIB, y muchas regiones donde, ante la recesión que parece llegar, aún no han conseguido superar los efectos de la anterior”, critica Joaquín Pérez, secretario general de USO. “Necesitamos medidas urgentes contra el riesgo de exclusión social, medidas de protección, y políticas de empleo efectivas para acabar con el paro crónico de nuestro país”, exige Pérez.
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