Frente al fracaso del actual Sistema de Formación para el Empleo, con un evidente bajo nivel de eficiencia a pesar de los recursos destinados, la USO implementa su efectividad aportando una calidad que se traduce en una alta demanda por parte de los trabajadores y trabajadores. Desde nuestro sindicato, mientras siga el actual sistema que rechazamos en su conjunto, no podemos dejar de participar en todas aquellas convocatorias en las que podamos prestar un servicio al conjunto de trabajadores y trabajadoras, ofertando una formación de calidad, de excelencia rigurosa en su gestión, ejemplar y lejos de cualquier interés espurio, muy lejos de la gestión más que deficiente que con cierta frecuencia recogen los medios de comunicación.
El último ejemplo, otro año más, desde la Federación de Empleados y Empleadas Públicos de la USO hemos concluido el plazo de inscripción en nuestros puntuables y gratuitos en todas las Administraciones Públicas. Desde esta Federación se han ido presentando y ejecutando los distintos planes de formación durante los últimos años intentando dar una formación generalista, innovadora y práctica para el conjunto de los empleados y empleadas públicas, habiendo obtenido el Premio Apel a la Excelencia en E-Learning en el año 2011 y el Premio a las mejores actuaciones en la gestión de la Formación para el Empleo de las Administraciones Públicas,concedido por el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).en el año 2012. Este año hemos concluido la inscripción con 29.462 usuarios en nuestro portal formativo y 66.915 acciones formativas solicitadas. Por algo será. En el reciente X Congreso Confederal, la USO exigía un nuevo planteamiento riguroso de todo el sistema de formación para el empleo y de su programación, que sea estable en el tiempo y que se fundamente en términos de eficiencia, que priorice acciones formativas efectivas a los sectores más castigados de la población, como jóvenes y desempleados de larga duración, mayores de 55 años y trabajadores y trabajadoras de baja cualificación procedentes de sectores sin esperanza de generación de empleo alguno, huyendo de prácticas que privaticen aún más si cabe el sistema o de vaivenes de tintes políticos dependiendo del color del partido político de turno, y acabando con el acceso sectario y excluyente que algunos interesadamente defienden como si de una rica tarta a repartir se tratara.
Para la USO, un nuevo sistema de formación para el empleo debe contener acciones en competencias profesionales en consonancia con las nuevas demandas del mercado de trabajo teniendo como prioridad a los sectores más desfavorecidos. Debe igualmente desarrollar en permanente actualización el Catálogo Nacional de las Cualificaciones, contemplando el reconocimiento de las competencias adquiridas a través de la carrera y experiencia profesional de los trabajadores y trabajadoras, e impulsar la utilización de los Permisos Individuales de Formación. Asimismo, reclamamos que se pongan en marcha mecanismos más estrictos de control de las entidades beneficiarias para que no puedan existir malas prácticas como las acontecidas en los últimos años por parte de algunas organizaciones empresariales y sindicales. Rotundamente exigimos al gobierno que estos fondos se destinen exclusivamente, de una vez por todas, a su noble fin.
Por el bien del conjunto de los trabajadores y trabajadoras, por su desarrollo profesional y el acceso al empleo, su óptima vinculación con las necesidades del tejido productivo, por el desarrollo social y económico y la competitividad de las empresas, la actual coyuntura exige una celeridad de medidas en materia de formación para el empleo así como un especial esfuerzo de consenso.
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