La industria catalana afronta un otoño complicado con más de 600 trabajadores que se enfrentan en las próximas semanas a dos expedientes de regulación de empleo en TE Connectivity y Prysmian, que afectarán sustancialmente a la actividad económica de Montcada i Reixac y Manlleu.
En el caso de TE Connectivity, 101 trabajadores -90 de producción y 11 de finanzas- de los 380 que componen la plantilla se verán afectados por un ERE de extinción que reducirá un 30% el volumen de producción de la planta.
En el caso de Prysmian, la dirección de la empresa quiere cerrar las dos fábricas de cable que tienen en Montcada y Reixac y los más de 500 trabajadores serán despedidos. “La empresa quiere cerrar estas dos plantas, que son dos de las 3 que fabrican este tipo de cables en toda Europa, seguramente, para acabar con la competencia ya que Prysmian compró recientemente a General Cable estas fábricas”, explica Rafa de Arriba, delegado de USO en Prysmian.
Ante esta situación de incertidumbre, los trabajadores de ambas industrias junto con la USOC han llevado a cabo movilizaciones en el Parlament de Catalunya para defender la continuidad de los más de 600 puestos de trabajo que están en peligro y reclamar a los partidos políticos que modifiquen la reforma laboral para impedir que se cierren centros de trabajo sin control administrativo previo y apuesten por políticas industriales de futuro.
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