La capacidad de ahorro y gasto de las familias españolas se resienten por la inflación y el endurecimiento de las políticas del Banco Central Europeo (BCE)
El Banco de España ha publicado recientemente el informe de la situación financiera de los hogares y las empresas relativo al primer semestre de 2023. En este informe, se analizan diversos factores que impactan en la economía de los hogares en España.
Por ejemplo, explica que en los últimos trimestres se ha observado que los altos niveles de inflación y los efectos del endurecimiento de las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE) han afectado la capacidad económica de las familias españolas.
Pérdida de poder adquisitivo
Aunque en el 2022 la renta bruta ha sido un 6,8 % superior a la de 2020, la inflación ha supuesto una pérdida del poder adquisitivo acumulado del 4,5 %. Por tanto, la capacidad de gasto y ahorro de las familias se ha visto minado. El valor real de los activos líquidos de las familias también ha sido víctima de la inflación. Así, el colchón de las familias para hacer frente a gastos se ha debilitado.
Otro efecto de la inflación en detrimento de las familias es el aumento de los tipos de interés de las deudas. De esta manera, las familias que cuentan con un préstamo a tipo variable han visto un descenso en su capacidad de gasto.
Vulnerabilidad de las familias con menor renta
Además, las desigualdades en las condiciones materiales de los hogares españoles hacen que éstos impactos se vivan de manera diferenciada y visibilizan las condiciones de vulnerabilidad de las familias que enfrentan los hogares con una menor renta (en el concepto de renta se incluyen rentas laborales, rentas de capital, rentas por ayudas o prestaciones públicas u otras). En ese sentido, los hogares con una menor renta enfrentan condiciones de mayor adversidad ante el contexto económico actual, ya que sus rentas se destinan atender necesidades básicas de consumo y su capacidad de ahorro es limitada.
Las familias con menos ingresos destinan el 55 % de su renta a productos de primera necesidad, es decir, alimentación y servicios básicos. Las áreas más afectadas por la inflación han sido justamente bienes y servicios básicos. En consecuencia, los hogares con menores ingresos han soportado una inflación más alta que el resto de hogares.
El informe revela que, en el año 2020, el 7 % de los hogares en España no lograba cubrir sus gastos esenciales con su renta bruta total. En 2022 este porcentaje aumentó hasta el 9 %. Además, los hogares que no pueden cubrir sus gastos esenciales ni con su renta ni con sus depósitos a vista durante más de un mes se elevó del 3,4 % al 4,1 %. Los hogares con menos ingresos en este supuesto han pasado de un 14,6 % en 2020 a 17 %, en 2022. Además, los hogares cuyos depósitos son insuficientes para hacer frente al gasto esencial no cubierto por su renta por más de seis meses pasó del 4,5 % al 5,8 %. En el caso de familias con menores ingresos en esta situación pasó de 19,1 % en 2020 al 22,9%, en 2022.
En ese sentido, el informe presentado por el Banco de España, nos muestra evidencias contundentes de las situaciones de vulnerabilidad que atraviesan las familias con rentas más bajas y el riesgo que supone el contexto inflacionista en el que estamos. Por ello, es necesario establecer políticas económicas y sociales que protejan la economía de las personas con menores ingresos y que garanticen el acceso a satisfactores básicos.
“Desde USO exigimos políticas redistributivas que permitan la protección de economía de todas las familias. Es indignante que el salario de una gran parte de la población española no alcance para llegar a fin de mes”, reclama Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO.
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