Las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio de Bizkaia terminaron ayer sus últimas cinco jornadas de huelga, convocadas en defensa del sector y en favor de un convenio digno. Las trabajadoras llevan desde 2018 denunciando la precariedad que sufre este servicio público, al que tanto han afectado las licitaciones.
Tras más de un año de lucha y 23 jornadas de huelga denunciando el grave deterioro que se se está dando, tanto en el plano laboral como en el plano asistencial, en el Servicio de Ayuda a Domicilio, está disminuyendo el nivel de protección a un colectivo que cada vez es mayor a través de reducciones en las horas de prestación, mientras que las funciones a realizar por las trabajadoras aumentan.
Por otro lado, el colectivo suma siete años de congelación salarial; pérdida de derechos laborales; excesiva temporalidad y muchas jornadas parciales; una flexibilidad cada vez mayor, que impide conciliar vida laboral y personal; falta de medidas de seguridad y salud laboral, etc. En definitiva, tienen unas condiciones de trabajo precarias.
Durante el último año de movilizaciones, desde LSB-USO se ha colaborado con el registro de mociones que han sido aprobadas en los ayuntamientos más importantes, y en mantener reuniones con partidos políticos y el Emakunde, sin haber recibido respuesta a esta problemática.
Las trabajadoras del SAD continuarán exigiendo a cada ayuntamiento y a EUDEL, que pongan en valor los cuidados y dote de calidad a un servicio del que son responsables, y a las patronales que dejen de buscar el lucro y los máximos beneficios posibles a costa de las condiciones laborales de cientos de mujeres.
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