El pasado 20 de febrero se presentó, en la sede del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), el Documento de Límites de Exposición Profesional para Agentes Químicos en España para 2019, que elabora anualmente dicho organismo. El documento supone un gran apoyo para todas las instituciones, trabajadores y empresas, ya que, establece unos valores de referencia denominados Valores Límite Ambientales (VLA), para los que se supone que, la mayoría de los trabajadores, pueden estar expuestos durante toda su vida profesional a estos agentes químicos por debajo de los límites establecidos, sin sufrir perjuicios en su salud.
Un VLA es un valor de referencia para la concentración de una sustancia química en el aire, medida en la zona de respiración del trabajador, que se expresa normalmente en miligramos por metro cúbico de aire o ppm (partes por millón).
Se habla de la mayoría de los trabajadores y no de todos, debido a la diversidad de respuesta de cada uno de los organismos vivos basados en factores genéticos o fisiológicos, como por ejemplo en los hábitos de vida de un ser humano. Por esto último, podría haber trabajadores que experimenten molestias a valores inferiores a los VLA.
Los VLA se establecen en base a un período de referencia, que normalmente es de 8 horas para una jornada de trabajo y se denominan, en este caso, Valores Límite Ambientales de Exposición Diaria (VLA-ED).
Cuando los efectos agudos de la sustancia son reconocidos, pero los principales efectos tóxicos son de naturaleza crónica, se han establecido unos VLA de Exposición Corta (VLA-EC), referidos a un período de 15 minutos dentro de la jornada laboral de 8 horas.
También se recogen en este documento, otros valores denominados “Valores Límite Biológicos” (VLB), que son un complemento para los VLA en las evaluaciones de riesgos higiénicas, al medir los valores de un indicador biológico presente en la orina, sangre o aire exhalado del trabajador.
Un Indicador Biológico (IB), es un parámetro medido en un medio biológico del trabajador (sangre, orina o aire exhalado), que tiene relación directa con la exposición global de un organismo humano a un agente químico por todas las vías de entrada al organismo (respiratoria, dérmica, digestiva y parenteral).
Como principales novedades en el documento para 2019, encontramos que se ha establecido un nuevo Valor Límite Ambiental para el cobre y sus compuestos en la fracción respirable (fracción que corresponde a las partículas inhaladas que penetran en las vías no ciliadas, es decir, llegan a los alvéolos pulmonares), derivado de nuevos estudios toxicológicos realizados en el Instituto Europeo del Cobre, estableciendo el valor en 0,1 mg/m3. Dicho valor, entrará en vigor en 2020.
También se han incluido los valores límite ambientales para sustancias como la dietanolamina (1 mg/m3), los yoduros (0,1 mg/m3) o el yodo (0,1 mg/m3), añadiendo la notación “FIV”, que indica que el agente químico puede presentarse en el ambiente de trabajo como materia particulada suspendida en el aire (aerosol) o como vapor, por lo que las dos fases pueden coexistir, contribuyendo ambas a la exposición del trabajador. Los valores de estos agentes entrarán en vigor en el año 2021.
Se presentaron también, los agentes químicos en estudio para su inclusión en el futuro Documento para el año 2020 como el aluminio, el 4-aminotolueno o el isopropilbenceno, entre otros.
Desde USO, queremos hacer hincapié en los esfuerzos realizados en el campo de la investigación en materia de prevención de riesgos laborales, con el fin de ayudar a implantar medidas para la protección de los trabajadores, de manera que la implantación de políticas preventivas en este campo, suponga una disminución de la elevada siniestralidad laboral que actualmente hay a nivel estatal.
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