En 2022 hubo 34 feminicidios, asesinatos de mujeres por el hecho de serlo, pero fuera del ámbito de la pareja. Era el primer año que se contabilizaban
En 2022, 34 mujeres fueron asesinadas bajo el nuevo concepto de “feminicidios”. Estas 34 mujeres se suman a las 49 a las que también les quitaron la vida el año pasado sus parejas o exparejas. La violencia de género, tal y como era contabilizada hasta ahora, dejaba fuera de esa consideración a muchas mujeres asesinadas por motivos relacionados con el género.
Es el primer año que se recuentan estos otros asesinatos de mujeres y los datos muestran que los asesinos, en su mayoría, son personas cercanas. De hecho, el 100 % de las asesinadas conocía al agresor. Y una amplia mayoría eran personas muy cercanas o convivientes.
Los feminicidios: una violencia familiar
21 de los 34 feminicidios los perpetraron familiares de las víctimas. El resto fueron en el ámbito social y el resto, por motivos sexuales. Casi la mitad de las víctimas, el 42,9 %, convivía con su agresor.
3 de cada 4 familiares que han cometido un feminicidio eran sus hijos o nietos. Del ámbito social, vecinos o compañeros de piso supusieron un cuarto de los asesinos y, por último, un mínimo porcentaje eran “otros conocidos”.
Las mujeres que padecen este tipo de violencia, ajena a la pareja, son atendidas en el 016 desde marzo de 2021. Pero ha sido 2022 el primer año con registros completos. Por lo tanto, no puede compararse el número de víctimas con datos anteriores, pero sí evidenciar que “la violencia contra las mujeres va mucho más allá del ámbito de la relación de pareja”, apunta Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO.
Conocer las otras violencias machistas para prevenirlas
“La violencia contra la mujer no se da únicamente en el seno de la pareja. Por eso, la estadística, centrada únicamente en las relaciones de pareja, mostraba solo una parte del problema, un panorama incompleto de las diferentes violencias que sufre la mujer. Esto, además de reducir las cifras, no permitía hacer un diagnóstico completo y, por lo tanto, diseñar medidas apropiadas para cada ámbito de la violencia de género”, expone Pedrazuela.
De hecho, esta menor visualización de otro tipo de violencias machistas se refleja en que, en el caso de los feminicidios, un 91,1 % de las víctimas nunca había interpuesto una denuncia contra su agresor. Si nos fijamos en la violencia en el seno de la pareja o las exparejas, la ausencia de denuncia se dio en el 59,2 %.
“También en la violencia de género estamos muy lejos tanto de erradicarla como de una mayor conciencia de denunciarla en sus fases iniciales. Pero las otras violencias machistas, por silenciadas, están aún más lejos de resolverse. Denunciar a un hijo o a un nieto por maltrato es un paso muy duro para una mujer, quizás incluso más duro que percibir el propio maltrato. Esta mentalidad debe cambiar para poder luchar contra ese maltrato y prevenir lo irreversible, que es el asesinato”, pide la secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO.
Qué hacer ante una agresión a una mujer
Desde USO, recordamos la necesidad de toda la sociedad de denunciar cualquier tipo de conducta violenta contra una mujer, sea o no en la pareja. La responsabilidad de denunciar no debe caer únicamente sobre la víctima, que en la mayoría de ocasiones sufre también una presión social y psicológica que le impide dar el paso. Si presencias un caso de violencia, llama al 016 o cualquier otro teléfono de emergencias, como 091 o 062.
Y, si es en tu centro de trabajo, ponlo en conocimiento de los representantes de los trabajadores para abrir un protocolo de acoso o tomar otras medidas.
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