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La plantilla de la empresa de call-center de Atento en Toledo afronta mañana la primera de sus dos jornadas de huelga convocadas en solitario por USO. El viernes, 3 de agosto, tendrá lugar el segundo día de paro total. El motivo de la huelga es la creciente sobrecarga de trabajo por querer asumir los mismos contratos tras el brutal recorte de plantilla y la negativa a contratar personal de sustitución en vacaciones. Tras un ERE y posteriores despidos individuales, el número de trabajadores se redujo en un 25%, algo que “no vino motivado por la cancelación de contratos, sino que la empresa lleva cinco años pretendiendo atender los mismos servicios con 480 empleados en vez de 640 y sin reforzarlos siquiera en verano”, denuncia Vanessa Garrido, delegada sindical de USO en Atento Toledo.

Garrido asegura que, ante la carencia de personal “la solución de la compañía ha sido que los trabajadores respondan indistintamente llamadas de todos los clientes, y no requiere la misma formación e información atender las dudas de una compañía o de otra. La consigna es que no se pierda una sola llamada, la atienda quien la atienda”.

De cara al verano, cuando de nuevo Atento se ha negado a contratar trabajadores temporales, USO denuncia que Atento lleva “un control férreo de los descansos y hasta del tiempo entre llamada y llamada, con casos de amenazas y sanciones. Tras varios años pidiendo que, al menos, se compense la plantilla en vacaciones, sin haber conseguido una sola contratación, la única salida que vemos desde USO es la huelga”.

Así, tras cerrarse el lunes pasado el acto de mediación sin ningún acuerdo, puesto que la empresa está cerrada en banda a reforzar la plantilla, USO se mantuvo firme en su convocatoria de huelga, a la que el resto de sindicatos presentes en el comité de empresa se sumaron, pero convocando paros simbólicos de una hora por turno, “que de cara a la galería puede quedar bien, pero no es una medida real de presión, puesto que a los trabajadores sufren la pérdida de una hora de salario, mientras que para la empresa una hora es un riesgo asumible que no la hará cambiar de opinión”, considera la delegada de USO, quien “nos habría gustado que el comité en pleno apoyara una reivindicación que afecta a toda la plantilla, pero desde el principio nos hemos visto solos en la defensa de estas contrataciones.