Una delegación del sindicato USO estuvo presente en la manifestación multitudinaria que reunió a unas 10.000 personas en el barrio europeo de Bruselas para oponerse al CETA, el Acuerdo comercial global con Canadá, y al TTIP, el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones con EE UU. El primero, el CETA, está ya finalizado, sólo le queda ser aprobado por el Parlamento Europeo y los parlamentos nacionales para aplicarse, y es precisamente lo que las asociaciones, sindicatos, partidos políticos y ciudadanos de a pie, que invadieron las calles de Bruselas, quieren impedir.
Ambos tratados amenazan nuestros derechos laborales y sociales, nuestras democracias y Estados de bienestar al dar demasiado poder a las poderosas multinacionales en detrimento de la ciudadanía. Si se aprueba el CETA, será difícil que se rechace el TTIP, todavía en negociación, porque la UE no podrá negar a Estados Unidos las ventajas que ya habrá otorgado a Canadá.
Santiago González, de la Secretaría de Internacional de USO, y Marie-Laurence Homburg de USO Bruselas fueron recibidos por la Representación Permanente de España ante la Unión Europea antes de la manifestación. Les expusieron las preocupaciones de USO y de la Confederación Europea de Sindicatos respecto a la falta de garantías de respeto de los derechos laborales y sociales, y a los riesgos de dumping social y medioambiental generados por el CETA y el TTIP en su estado actual. El hecho de que ni Canadá ni EE.UU. hayan ratificado los convenios fundamentales de la OIT es un aspecto particularmente preocupante que justifica la oposición de los sindicatos a estos acuerdos comerciales.
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