A pesar que los datos de paro en julio nos dan un respiro, al descender el número de parados en 29.841 personas, situando el número total de parados en 4.419.860 personas, continúan ahondando en el establecimiento de un nuevo mercado laboral marcado por la creación de empleo desigual y precario, reflejo de la crisis social que atraviesa España.
Teniendo en cuenta los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la desigual creación de empleo entre hombres y mujeres continúa siendo una realidad. El desempleo masculino se sitúa en 2.094.322, al bajar en 22.723 (-1,07%), mientras que el femenino se reduce en 7.118, lo que supone un -0,31%, situándolo en 2.325.538mujeres, en relación al mes de junio.
La precariedad laboral continúa creciendo, ya que de los 1.645.236 contratos registrados en julio tan sólo el 6,93% de estos, es decir, 114.071 contratos, son de carácter indefinido. Del total de contratos, 1.508.776 son contratos temporales. Para USO, que la contratación indefinida suponga menos del 7% del volumen de contratación significa poner parches al empleo, y no crear un nuevo escenario en el que se apueste por un empleo digno y de calidad.
También, los jóvenes vuelven a ser castigados en el mercado laboral español. El desempleo en menores de 25 anos se incrementa en 6.478 personas, como también lo hace el colectivo sin empleo anterior, que sube un 1,79% (6.765 personas).
Con todos estos datos sobre la mesa, es necesario ir más allá de los números y emprender medidas que reparen los vicios que afectan al mercado laboral. La precariedad laboral, la desigualdad y la temporalidad no pueden convertirse en señas de identidad del empleo en España si queremos salir de la crisis sin continuar alimentando algunas de las causas que nos llevaron a esta situación.
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