USO mantiene su total oposición al ERE de Abertis tras la segunda reunión de la mesa de negociación. La semana pasada, Abertis un nuevo expediente de regulación de empleo, fijado para el 31 de marzo, sin que se mueva de las cifras inicial: 175 trabajadores de tres de sus filiales en Cataluña. 125 saldrían de la filial Acesa, 35 de Invicat y 15 de Aucat, de las áreas de personal de peajes, soporte técnico y administrativo y empleos puntuales indirectos.
Abertis, que es líder mundial en la gestión de autopistas de peaje e infraestructuras, justifica los despidos por el cambio de hábitos de los usuarios y el descenso del pago en metálico en los peajes, así como la consolidación de la automatización de peajes y de la atención del cliente en remoto. “Desde USO, mantenemos nuestra total oposición a las causas que motivan el ERE e insistimos en que todas las medidas que permitan la continuidad de la mayoría de trabajadores deben ser exploradas, con el objetivo de reducir el número de afectados. En este caso, no puede hablarse de una fin de concesión, como el fin de los peajes en AP-4 y AP-7, por lo que no es de recibo este recorte tan drástico de la plantilla”, explica Juan Jesús Atienza, responsable del sector de Autopistas de USO.
Para quienes finalmente resulten afectados, los sindicatos pretenden conseguir las mismas condiciones que se establecieron en el ERE de diciembre en Aumar: aplicar el máximo legal de 45 días por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades, hasta 2012; y de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades, después. Las condiciones de ese ERE también incluyeron medidas como la aplicación del seguro médico durante un año o un convenio especial para los trabajadores mayores de 55 años hasta que cumplieran los 63. La empresa, por su parte, solo acepta respetar una indemnización equivalente al despido improcedente.
Se trata del segundo ajuste de plantilla que la compañía controlada por Atlantia y ACS realiza, tras el pactado el pasado mes de diciembre para 136 trabajadores de las dos autopistas que entonces concluyeron el contrato de concesión y revertieron al Estado, el tramo de la AP-7 entre Tarragona, Valencia y Alicante, y la AP-4 Sevilla-Cádiz. En verano de 2021, terminará la concesión de otras cuatro autopistas en territorio catalán y aragonés: el tramo norte de la AP-7, entre Tarragona y La Jonquera; la AP-2, desde El Vendrell hasta Zaragoza; la C-32, desde Montgat a Palafolls; y la C-33, entre Barcelona y Granollers. Hoy se retoman las negociaciones.
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