La afiliación a la Seguridad Social ha crecido de media en el último mes, aunque las principales subidas se dan entre los indefinidos a jornada parcial y los fijos discontinuos
La afiliación media a la Seguridad Social, en su Régimen General, creció al finalizar febrero de 2023 en un 3,4 % con respecto al mismo mes de 2022. En términos absolutos, aumentó de forma pareja entre mujeres y hombres. Pero, porcentualmente, fue mayor el crecimiento entre las mujeres, por ser menos las afiliadas (3,7 %, frente al 3,2 % de subida entre los hombres).
Con el nuevo modelo de contratación, que restringe el uso del contrato temporal, ha habido un fuerte trasvase de temporales a indefinidos. Sin embargo, este trasvase no ha supuesto la estabilidad del empleo: el crecimiento más alto se ha dado en los indefinidos a tiempo parcial (han crecido un tercio) y los fijos discontinuos (se han más que duplicado).
2.322.328 afiliados, el 13,10 % del total, han estado dados de alta en febrero en la Seguridad Social con un contrato indefinido a jornada parcial. Además, los fijos discontinuos, antes un contrato residual ligado a la actividad hotelera (usado principalmente en las islas) y a las temporadas agrícolas, suponen ahora el 5,22 % del total de los dados de alta.
Esto, además, sin tener en cuenta los fijos discontinuos que son demandantes de empleo, pero que están excluidos del paro registrado por tener contrato en vigor y, a su vez, tampoco aparecen en la Seguridad Social por encontrarse en período de inactividad. Estas personas también se han duplicado. Desde el primer mes de entrada en vigor de la reforma laboral, enero de 2022, que eran 246.076; hasta los 443.078 en diciembre pasado.
Son casi medio millón de personas en paro que no figuran como parados en las estadísticas y que demuestran que el método tradicional para medir el paro registrado se ha pervertido con el uso masivo, no conocido hasta ahora, del fijo discontinuo.
“Estas estadísticas, explican, en parte, cómo están creciendo todos los índices de pobreza y desigualdad al mismo tiempo que el empleo parece estar bien. En realidad, hay más parados de los oficiales, tal y como sí arroja la EPA. Y, por otro lado, el empleo se trocea en jornadas de menos horas o en menos días de trabajo efectivo, como lo demuestra la afiliación a la Seguridad Social”, reflexiona Joaquín Pérez, secretario general de USO.
Jornadas parciales y salarios
El trabajo por días y semanas, o el trabajo por horas, pervierte a su vez la percepción de que nadie cobra menos de 1.080 euros. “No es solo que el SMI sea insuficiente, es que hay mucha gente que no lo cobra. Cuando hablamos de que es un salario mínimo, a veces perdemos de vista que es un salario mínimo trabajando a jornada completa y todo el año. Sin embargo, una media jornada supone 540 euros mensuales. Un fijo discontinuo con cuatro meses efectivos de trabajo supone que solo cobrará, del SMI anual, 3.780 euros. Esta proliferación de los contratos a jornada parcial o discontinua tiene unos efectos devastadores en la renta familiar”, argumenta Pérez.
Porque, además, los salarios siguen creciendo por debajo del precio de la vida. En este sentido, el INE publica hoy el coste laboral definitivo de 2022, con los datos armonizados y desestacionalizados del último cuatrimestre (es decir, sin tener en cuenta que en diciembre se percibe la paga extra y el coste laboral puede parecer mayor por sumarla). La subida media ha sido del 3,3 %, algo más de la mitad de la subida del IPC al cerrar el año: 5,7 %.
“Los trabajadores siguen perdiendo poder adquisitivo. De hecho, por sectores, no todos han conseguido una subida salarial. Los hay por debajo de la media e, incluso, con bajada, como las industrias extractivas, la información y comunicaciones, y los artistas e industria del entretenimiento. El sector donde más ha subido el coste salarial es el de la Hostelería, un 7 %, un sector con bajos salarios de por sí, con mucho margen de subida hasta llegar a recuperar el poder adquisitivo de los últimos años”, considera el secretario general de USO.
Causas de las finalizaciones de contrato
Por las nuevas modalidades contractuales imperantes, también las causas de cese han cambiado. Así, el pase a la inactividad de un fijo discontinuo supone ahora la primera causa de baja en la Seguridad Social. Se ha quintuplicado de enero de 2022 a 2023.
La otra causa que más ha crecido es la de no superar el período de prueba, que casi se ha quintuplicado también (+363,5 %). Sin embargo, el número de afiliados con contrato indefinido (incluyendo parciales y discontinuos) se ha incrementado en un 18 %, que son los que pueden presuponerse como nuevos contratados indefinidos (9.960.513 había en febrero de 2022; 12.172.284 en 2023).
En conclusión, Joaquín Pérez destaca que “lo que está claro es que el empleo tiene unas características negativas: es menos estable, es de menos duración y es de menor jornada. Hay un dato que es aplastante e innegable: estamos trabajando menos horas que en 2019. Siguen faltando 420.000 horas de trabajo al año. Y, por lo tanto, es una evidencia que se está troceando el empleo y hay peores salarios, peores cotizaciones y, por lo tanto, que habrá peores pensiones”.
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