- Baja entre los hombres y sube entre las mujeres, que cargan con la conciliación obligada por la pandemia
- La incertidumbre de los ERTE debe resolverse, con una prórroga hasta el 31 de diciembre
El paro nos devuelve al escenario económico-laboral más negro de las últimas décadas y registra su peor mes de junio desde 2008, en consonancia con los meses anteriores. Amortigua su subida, 5.107 personas, pero suma cuarto mes de pandemia mirando a 2019 rozando otra vez los cuatro millones de personas en paro: un 28,09% que hace un año, 3.862.883 afectados.
El mayor golpe se lo ha llevado la Agricultura, con el resto de sectores recuperando actividad al ralentí. Las importantes restricciones por el coronavirus han golpeado el empleo del campo y la producción agroganadera, justo en un momento en el que el sector era de los pocos que seguía dando salida a sus resultados.
Con la vuelta a una actividad aún somnolienta, comienzan a verse “los grandes perdedores de la crisis. Porque todos hemos perdido, pero, como siempre, hay colectivos que se llevan la peor parte. Mientras ha bajado ya ligeramente el paro entre los hombres, sigue subiendo, en el mismo porcentaje, en las mujeres. Ellas suponen más del 57% de nuestros parados. Su reincorporación al mundo laboral, con la carga social de la conciliación sobre sus espaldas, tiene un obstáculo más con los menores y dependientes permanentemente en casa y sin las ayudas que solicitamos para su cuidado”, lamenta Joaquín Pérez, secretario general de USO.
Entre los jóvenes, la subida también es más acusada. De hecho, entre los mayores de 25 años se redujo el paro ligeramente (-0,33%) y todo el peso se lo llevan los menores: +5,08%. “Los jóvenes son muy dependientes para sus primeros empleos del turismo y la hostelería, sectores golpeados en su línea de flotación y con un dinamismo aún muy mermado. Además, en un verano donde las estancias de formación en el extranjero o cursos presenciales en España se ven restringidos, son más los que se registran en el paro para tratar, al menos, de ganar una experiencia laboral que se les niega estructuralmente. Seguimos con más del doble de paro juvenil que la media europea y parece que el Gobierno no tiene muchas ideas al respecto, además de las que ya han fracasado”, explica Pérez.
El secretario general de USO llama la atención sobre el aletargamiento aún de las cifras: “muchas empresas que no pueden volver a la normalidad siguen amparadas en los ERTE de fuerza mayor hasta septiembre. Pero no podemos esperar a que termine el verano para decir, otra vez el último día, ‘¿ahora qué hacemos?’ Hay que ser conscientes de que es imprescindible sostener el empleo así hasta diciembre, para dar margen a quien quiera recuperarse y mantener a sus trabajadores. Las prisas y las incertidumbres destruirán más empleo, algo que no ha podido evitarse a pesar de las medidas de contención. Este Diálogo Social debería ser más dinámico y menos fotográfico”.
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