Joaquín Pérez, secretario general de USO, considera que el plan de recuperación europeo obligará a posponer reformas necesarias y reducirá partidas en temas cruciales como el clima
El acuerdo económico alcanzado por los líderes de la Unión Europea por el que España recibirá 140.000 millones de euros, no es para aplaudir tanto. En primer lugar porque este plan de recuperación europeo rebaja cuantiosamente las pretensiones iniciales planteadas, por lo que sólo se puede plantear un plan Marshall light, con una condicionalidad que obligará a posponer políticas o a dejar en la nevera reformas más que necesarias.
En segundo lugar, en el Marco Financiero Plurianual de este plan de recuperación europeo se han visto fuertemente reducidas importantes partidas en temas cruciales como el clima, la PAC o la cohesión, que se verán afectados. “Sí sirve -en parte- para mirar con mejores ojos hacia una Unión Europea que ya no receta solamente austeridad para afrontar una nueva crisis”, apunta Joaquín Pérez, secretario general de USO.
La Unión Europea se endeudará por primera vez para financiar la recuperación económica. “Pero recordemos que la deuda hay que devolverla y la UE deberá hacerlo antes de 2058, por lo que habrá también que hablar próximamente de nuevos ingresos, que nadie se frote las manos. Desde USO esperamos que no se mire al IVA ni al IRPF de los trabajadores como solución de manual”, reivindica Pérez.
USO reivindica grandes pactos en materia de empleo
Las especiales circunstancias en las que se encuentra nuestro país, especialmente azotado por la pandemia en el terreno económico y laboral, agravado por un tejido empresarial apoyado en los servicios y un mercado laboral muy dependiente del turismo, hace que partamos de una situación de desventaja frente al resto de países. Habrá que esperar a conocer el contenido de los planes que presente el Gobierno para la solicitud de los fondos, esperando que no contengan más propuestas para el empleo basadas en mejorar los números, alimentando la precariedad o grandes planes con fecha de caducidad de tres meses.
Así, “desde USO solicitamos al Gobierno y a todos los partidos que, ante esta nueva oportunidad, se lleguen a grandes pactos en materia de empleo, una mayor protección frente al desempleo, y se invierta en un sistema de formación para el empleo público de calidad y dirigido al empleo, no a otros fines. Que apuesten por la transformación de nuestro modelo productivo, por la industria, el desarrollo de la innovación tecnológica y digital, el empleo verde. Que se invierta en sanidad y dependencia”, reivindica Pérez.
De igual forma, USO exige que no se abandonen las políticas que deberían ya haberse puesto en marcha: reforma fiscal; el impuesto a las grandes digitales; nueva ley de educación consensuada, y una nueva normativa laboral que no sólo corrija los aspectos más lesivos de la reforma laboral, sino que se adecúe a la nueva realidad laboral y contemple nuevos derechos y garantías en esos nuevos escenarios.
“Solo con empleo de calidad habrá una verdadera recuperación a largo plazo y se podrá blindar y mejorar la protección social garantizando el sistema público de pensiones, la cualificación de trabajadores y trabajadoras y la competividad de nuestro país”, concluye el secretario general de USO.
La CES acoge positivamente el acuerdo
El secretario general de la CES, Luca Visentini, considera que la adopción del plan de recuperación de europeo es “una buena noticia para los 60 millones de personas en toda la UE que dependen de una inversión rápida para salvar sus empleos o evitar el desempleo a largo plazo”.
La Confederación Europea de Sindicatos ha agradecido a los presidentes Michel y Von der Leyen, y a los líderes más progresistas, su perseverancia para alcanzar un acuerdo en las negociaciones de la UE más difíciles de la historia y acoge positivamente la decisión de financiar el plan de recuperación a través de eurobonos, evitando así una deuda adicional insostenible para los estados miembros.
La CES considera también que la reducción de la cantidad de subsidios en el fondo de recuperación trae un recorte inaceptable al Fondo de Transición Justa y a las medidas de salud. Además, el presupuesto general de la UE no es lo suficientemente grande como para ofrecer una transformación verde y digital y recursos adecuados para la cohesión y las prioridades sociales.
“Nos mantendremos vigilantes para asegurarnos de que el proceso de aprobación de los planes nacionales de reforma y el llamado ‘freno de emergencia’ no se usen para imponer más austeridades y recortes, en manos de populistas antieuropeos”, ha defendido Visentini, quien reclama la urgencia de la reforma de la gobernanza y la toma de decisiones de la UE “para evitar que un puñado de gobiernos antieuropeos destruyan el proyecto de la UE, lo que hace que la Conferencia sobre el Futuro de Europa sea aún más crucial después de esta cumbre”.
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