La dirección de Schindler inició ayer el proceso de negociación para el despido colectivo de 119 personas de la fabrica de Zaragoza con la entrega de la documentación en la que la empresa justifica esta medida, razones técnicas, organizativas y productivas que siguen siendo totalmente insuficientes.
El comité de empresa ha emitido un comunicado en el que rechaza estas medidas “que dejan desamparados no solo a 119 familias que hoy viven de su trabajo en Schindler sino a una industria auxiliar que también estará afectada por este proceso, y a una ciudad como Zaragoza en la que Schindler es una empresa de referencia”.
El secretario de Acción Sindical y Salud Laboral de FI-USO, Raúl Montoya, aprovechó el encuentro de ayer con los grupos parlamentarios en el Congreso para dirigirse al PSOE y al PP, que tienen responsabilidades políticas en Aragón, para “mostrar nuestro rechazo al ERE de Schindler en Zaragoza y denunciar esta decisión empresarial”.
Además, anuncian que están valorando distintas acciones para que la empresa entienda este rechazo, y solicitan tanto a instituciones como a partidos políticos su ayuda e implicación para revertir este proceso.
El comité de empresa niega que esta medida tenga sentido y únicamente responde a intereses de mercado internacional, constituyendo una deslocalización pura y dura, en la que no se tiene en cuenta la viabilidad de la compañía en el futuro. Tanto es así que no se ha presentado ni una sola línea que hable de Plan Industrial ni de futuro de la empresa en Zaragoza.
Además de la insuficiencia de las razones que conducen a la aplicación del ERE, la empresa ni siquiera ha cumplido con el precepto de comunicar esta medida en el Comité de Empresa Europeo.
La próxima reunión del período de consultas será el próximo 28 de enero en Zaragoza.
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