La Confederación Europea de Sindicatos lanza una campaña para informar de la necesidad de apoyar la directiva europea sobre salarios ante el próximo pronunciamiento del TJUE
La Secretaría de Internacional y Desarrollo Sostenible de USO se une a esta campaña informativa sobre la directiva europea de salarios adecuado, que surge a raíz del pronunciamiento de Abogado General en el caso de Dinamarca contra el Parlamento Europeo y el Consejo.
Esta directiva fue recurrida por Dinamarca y Suecia, presentando recursos contra el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, cuestionando la legalidad de la directiva. La base principal de su argumento es que ésta interfiere con sus sistemas nacionales de relaciones laborales. En particular, con la negociación colectiva libre y autónoma que, en estos países escandinavos, es el principal instrumento para fijar salarios, en lugar de establecer un salario mínimo legal por ley.
Dinamarca, en concreto, ha encabezado este recurso, y recientemente el Abogado General del TJUE emitió una opinión jurídica que apoya parcialmente el recurso. Esto ha generado gran preocupación en el movimiento sindical europeo, ya que podría sentar un precedente que limite la capacidad de la UE para promover condiciones salariales dignas y reforzar la negociación colectiva.
La directiva europea de salarios, un salvavidas para millones de trabajadores
La directiva sobre salarios mínimos adecuados representa un avance enorme en la realización de las ambiciones sociales de los fundadores de la Unión Europea. Esta importante pieza legislativa es crucial.
Esta directiva no es solo una legislación, es un salvavidas para millones de trabajadores que luchan por llegar a fin de mes. Es fundamental para elevar los salarios en toda la UE, reducir la desigualdad salarial y la pobreza laboral.
Más de 20 millones de las personas trabajadoras peor remuneradas en la UE podrían ver un aumento salarial cuando la Directiva sea plenamente implementada por los Estados miembros. Además, la gran mayoría de trabajadores en 19 Estados miembros se beneficiará de una negociación colectiva más sólida para conseguir mejores salarios y condiciones laborales.
La Directiva en España
Desde el sindicato USO creemos que la directiva europea de salario mínimo Adecuados no debe de anularse, más bien debe de mejorarse para que, efectivamente, se pueda garantizar un salario mínimo adecuado en cada país.
En el caso de España, si bien la Directiva sobre Salarios Mínimos Adecuados ha servido como una poderosa herramienta para fortalecer las reivindicaciones sindicales y presionar al Gobierno para seguir elevando el SMI, todavía queda un largo camino por recorrer. El salario mínimo sigue siendo insuficiente ya que no se adecúa a la inflación. Actualmente, los trabajadores que reciben salario mínimo, están en el umbral de la pobreza. En España nos encontramos con personas con trabajo que son pobres y no pueden mantener dignamente a sus familias. El SMI aún está por debajo del umbral de doble decencia establecido por la directiva europea, que recomienda que el salario mínimo alcance al menos el 60 % del salario medio y el 50 % del salario mediano.
De aplicarse plenamente este criterio, el SMI en España debería superar los 1.200 euros mensuales, lo que supondría una mejora significativa en el poder adquisitivo de millones de personas trabajadoras y una reducción sustancial de la pobreza laboral.
Desde el sindicato USO vemos con preocupación la reciente opinión emitida por el Abogado General en el caso de “Dinamarca contra el Parlamento Europeo y el Consejo”. Si finalmente el TJUE la asume, cancelará las aspiraciones de miles de personas por una vida mejor y socavará el apoyo de las personas trabajadoras al proyecto europeo.
Cumplir con la ambición social de la UE
La Confederación Europea de Sindicatos (CES) considera que la opinión del Abogado General es profundamente errónea, ya que pasa por alto los principios jurídicos europeos establecidos que reconocen el valor del trabajo decente, la negociación colectiva y la autonomía de los interlocutores sociales.
La UE se funda en la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho, y debe ser capaz de proteger y promover salarios decentes y la negociación colectiva. Precisamente por ello, el capítulo de política social de los Tratados debe entenderse como un reequilibrio frente a las competencias económicas de la UE.
Como ha confirmado el propio TJUE, la Unión no solo tiene una finalidad económica, sino también social, y los Tratados deben leerse en su conjunto. Las políticas económicas no pueden socavar los objetivos sociales de la Unión.
La Directiva no es una legislación aislada; es un componente crucial de los objetivos sociales más amplios de la UE. Busca proteger y promover salarios decentes y la negociación colectiva, garantizando que los trabajadores en Europa puedan disfrutar de un nivel de vida justo.
Sigamos construyendo
En un momento en el que los trabajadores han enfrentado una crisis del coste de vida que ha provocado una reducción de los salarios reales, y aún estamos lejos de recuperarnos, alentar a los Estados miembros a aumentar los salarios de las personas trabajadoras es una necesidad.
El movimiento sindical siempre será un actor clave en el apoyo a un sistema basado en normas que garantice la equidad para los trabajadores. Pero no puede ser que, en cuanto los trabajadores avanzan un paso, se cambien las reglas del juego. Reinterpretar los tratados en contradicción directa con la jurisprudencia sería un error fatal.
En lugar de eso, sigamos construyendo. Es fundamental para el proyecto europeo que los trabajadores y sus sindicatos puedan continuar desarrollando la jurisprudencia del TJUE que nos permite construir una Europa justa y equitativa donde las personas trabajadoras puedan vivir con dignidad.
Comments are closed.