Diferentes organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el sindicato USO, hemos lamentado el nuevo retraso en el acuerdo definitivo sobre el ITF, que pone en peligro la puesta en marcha del impuesto para principios del 2017. Asimismo, confiamos en que el nuevo gobierno que retome las negociaciones en 2016 se comprometa con la demanda de la sociedad civil española, avalada por los grupos políticos de la oposición, asumiendo la necesidad de un ITF fuerte, de base amplia y cuyos fondos vayan destinados 50% a la lucha contra el cambio climático y 50% a la lucha contra la pobreza, tanto dentro como fuera de nuestro país.
El pasado martes 8 de diciembre tuvo lugar el último ECOFIN del año. La sociedad civil europea esperaba, por fin, un acuerdo definitivo sobre la Tasa a las Transacciones Financieras (ITF), que lleva negociándose desde el 2011. Como resultado de esta última reunión, diez países de la UE, entre ellos España, han pactado las líneas generales de los instrumentos financieros que se gravarán mediante el ITF y han pospuesto la decisión final hasta junio del 2016.
Las plataformas que apoyamos la implantación universal de un Impuesto sobre las Transacciones Financieras (la Campaña “ITF YA, Paraísos Fiscales, No” y la Plataforma española Robin Hood), consideramos que la postergación y retraso de la toma de decisiones sobre aspectos normativos del ITF, y por lo tanto la puesta en marcha del impuesto, es contraria a lo que demanda la ciudadanía europea.
Si bien el alcance del acuerdo en este último ECOFIN queda lejos de la que propuso en 2011 la Comisión Europea, valoramos positívamente el que se haya avanzado en el diseño concreto del impuesto y que exista la voluntad política de los diez países (tras la salida de Estonia) para llegar a acuerdos que permitan, en un futuro cercano, la implementación del ITF.
Creemos que existen aspectos del acuerdo que lo minarían. Se plantean dos excepciones a las transacciones a las que se aplique el impuesto, las de instrumentos relacionados con la deuda soberana y las de ciertos operadores de mercados poco líquidos. Excepciones, sobre todo esta última, que podrían convertirse en una vía de escape no buscada y erosionar la capacidad anti especulativa y recaudatoria del mismo. Igualmente, consideramos que, si bien es comprensible que hasta que no haya un acuerdo final no se fijen los tipos del impuesto, éste no debe ser tan bajo que no cumpla su función recaudatoria. Creemos, además, que ha de aplicarse el principio de residencia y emisión para todos los instrumentos financieros y de esta forma no disminuir significativamente la recaudación.
Queremos resaltar, además, la decepción al corroborar que el destino de los fondos ha sido el gran ausente en esta reunión de Ministros de Finanzas. Se estima que Europa podría recaudar entre 30 y 35 mil millones de euros al año; 5 mil millones en España, por lo que se ha perdido una gran oportunidad única para comprometer parte de esos ingresos a la lucha contra la pobreza y el cambio climático, como demanda gran parte de la sociedad civil europea.
Teniendo en cuenta el nuevo retraso en el calendario, la última fase de negociación le corresponderá al gobierno que surja de las urnas el próximo 20 de diciembre. Desde La Alianza Española por la Tasa Robin Hood y la Plataforma “ITF ¡YA!, Paraísos Fiscales, NO” confiamos que su compromiso sea firme con la demanda de la sociedad civil española, avalada por el consenso de los grupos políticos, asumiendo la necesidad de un ITF fuerte, de base amplia y cuyos fondos vayan destinados el 50% a la lucha contra el cambio climático y el 50% a la lucha contra la pobreza tanto dentro como fuera de nuestro país. Asimismo, es importante que se cumpla con el compromiso de comenzar a recaudar el impuesto en 2017.
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