El estudio Percepción social de la Violencia de Género en la adolescencia y la juventud, elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), nos deja unos datos preocupantes en cuanto al reconocimiento de las distintas manifestaciones de la violencia machista. Analizando las respuestas de 2.457 hombres y mujeres de entre 15 y 29 años, se alcanzan resultados sorprendentes: el 33% de los jóvenes considera como inevitable o aceptable controlar los horarios de la pareja, impedirle que vea a su familia y amigos, no permitirle que trabaje o estudie o controlar lo que puede o no puede hacer.
Inquieta que los jóvenes y adolescentes no interpreten el control como una forma de violencia, pero también que casi el 30% conozca alguna víctima y no haga nada por solucionar esa situación. Este porcentaje alcanza el 33% en la franja de edad de los 25 a los 29 años. La víctima de este control suele tener una relación de amistad o familiar con estos jóvenes. De esta forma, no solo no reconocen la violencia sino que no actúan contra ella.
Comparando los datos con el estudio realizado el pasado año con población de todas las edades, percibimos una preocupante realidad: el 71% de la población en general rechaza cualquier forma de violencia machista, mientras que tan solo el 68% de los jóvenes menores de 29 años lo hacen.
Los jóvenes son menos críticos que los adultos con el control machista dentro de las parejas: el 32% de las chicas lo toleran frente al 29% de la población femenina general, mientras que el 34% de los chicos las consideran aceptables, cuatro puntos más que el conjunto de hombres de todas las edades.
De esta forma, los adultos, quizás más propensos, generacionalmente, a permitir o defender ciertos comportamientos, han interiorizado el grave problema social que supone la violencia machista, mientras que los jóvenes ven con normalidad ciertas actitudes y hechos que son tipos de maltrato. Parece que las campañas de sensibilización, asesoramiento y denuncia de la violencia contra la mujer y de educación en igualdad no han tenido los resultados deseados y se hace necesario incidir en estos grupos de edad para evitar un repunte de esta violencia, que en los últimos 10 años ha costado la vida a más de 750 mujeres en España.
Desde USO consideramos fundamental llevar a cabo una profunda labor de concienciación social y sensibilización contra la violencia machista, para, de esta forma, atacar el problema desde la raíz, haciendo especial hincapié en la educación para la igualdad desde de la edad más temprana, ya que; si el sexismo se aprende desde la infancia, la igualdad también.
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