La sarna, aunque no exclusiva del sector de las prisiones, tiene especial incidencia en estos centros de trabajo
Desde el Gabinete de Salud de USO, analizamos la publicación de la Instrucción Operativa de Prevención de Riesgos Laborales (IOPRL-002), para la prevención del contagio de la escabiosis (o sarna) a trabajadores de centros penitenciarios. Dicha instrucción alerta sobre el posible contagio de los trabajadores en contacto con internos afectados por la parasitosis, o con sus pertenencias personales.
Desde el sindicato USO, queremos incidir en la importancia de la información y formación a los trabajadores para la prevención de los riesgos en la empresa y en el ámbito de las Administraciones Públicas. Se trata de un instrumento para lograr un entorno de trabajo más seguro y saludable. Asimismo, debemos recordar que es necesario que los delegados de prevención conozcan los riesgos de contagio y desarrollo de la enfermedad para poder adoptar las medidas oportunas para la prevención de este tipo de riesgos.
La sarna es una enfermedad que produce erupciones, irritación y picazón en la piel; y está causada por pequeños parásitos que se instalan en la capa más superficial de la piel. Se trata de una enfermedad que se transmite fácilmente de una persona a otra por el contacto de la piel.
¿Cómo actuar si se detecta la sarna en prisiones?
En caso de detección por parte de los servicios sanitarios de algún caso, estos deberán informar al director del centro penitenciario, que debe tomar las siguientes medidas:
- Disponer el aislamiento del contacto con el afectado o, si no es posible evitar dicho contacto, utilizar guantes.
- En caso de acciones de cacheo, se utilizarán guantes de polietileno sobre los guantes de cacheo, que se desecharán en una bolsa de plástico tras su uso.
- Siempre que sea posible, se pospondrá el registro de las pertenencias del interno afectado por la enfermedad, guardándolas en una bolsa cerrada de plástico durante 5 días, como medida de seguridad.
- El personal sanitario debe tomar las oportunas precauciones, como el uso de bata, guantes y evitar el contacto directo con el paciente antes de su tratamiento, y durante las 24 horas posteriores a su aplicación.
La instrucción delega en la persona encargada de la actividad sanitaria señalar el inicio y el fin del aislamiento de contacto. También deberá estar señalizada el área, dentro de la enfermería, donde se encuentra el interno ingresado.
Instrucciones para evitar el contagio de la sarna
Por último, en el Anexo de la Instrucción, se dan una serie de pautas para evitar el contagio de la enfermedad, así como el tratamiento a seguir, basado en la aplicación de una crema o loción al afectado, dejándolo actuar durante 12 horas, aclarando con agua después. Debe llevarse a cabo una segunda aplicación a los 7 días.
Cabe resaltar que esta enfermedad parasitaria no es exclusiva de este sector, sino que se produce en muchos otros, debido normalmente a la falta de higiene. En los países más desarrollados, pueden surgir brotes en lugares donde existe una elevada concentración de personas, como en colegios, residencias para la tercera edad, centros comerciales o establecimientos militares. Asimismo, puede suponer un problema de salud pública, debido a la alta posibilidad de contagio si no se detecta a tiempo y se toman las medidas pertinentes.
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