La nieve y el hielo aumentan los riesgos laborales en invierno. El nuevo permiso climático de hasta 4 días garantiza la seguridad ante fenómenos extremos
El invierno trae consigo condiciones climáticas adversas que afectan no solo al entorno, sino también a las actividades laborales y la seguridad de las personas trabajadoras. La nieve y el hielo son fenómenos comunes en muchas regiones durante esta temporada y representan serios riesgos para la seguridad laboral. En este caso, también, la prevención de estos riesgos es esencial para evitar accidentes y garantizar un entorno laboral seguro.
La nieve y el hielo pueden generar toda una serie de peligros en el ámbito laboral. En primer lugar, las superficies resbaladizas son una de las principales causas de caídas, que son uno de los accidentes más frecuentes en el trabajo. Los resbalones pueden ocurrir al caminar por pavimentos helados, escaleras cubiertas de nieve o incluso en el interior de las instalaciones si el hielo no se limpia adecuadamente. Estas caídas pueden causar lesiones que van desde esguinces hasta fracturas graves, lo que resulta en bajas laborales y, en algunos casos, en incapacidades permanentes.
Además de los riesgos de caídas, la acumulación de nieve y hielo puede afectar las estructuras y los equipos de trabajo. El peso de la nieve acumulada sobre techos, andamios y otros edificios puede provocar daños estructurales y poner en peligro la vida de los empleados que se encuentren cerca. También puede obstruir el acceso a las instalaciones de trabajo, dificultando la evacuación en caso de emergencia o la llegada de servicios de emergencia.
Planificación y cumplimiento de medidas de prevención y formación
La prevención de estos riesgos laborales requiere de una planificación adecuada y el cumplimiento de medidas de seguridad. En primer lugar, es fundamental realizar una evaluación de riesgos en el lugar de trabajo. Ésta debe tener en cuenta las condiciones climáticas que pueden surgir durante el invierno, identificando áreas susceptibles a la acumulación de nieve y hielo.
Una vez analizados e identificados estos riesgos, se debe establecer un procedimiento o instrucciones de trabajo a aplicar cuando se den estos fenómenos.
Una de las medidas preventivas más efectivas es el mantenimiento y limpieza constante de las superficies. Se debe asignar personal para retirar la nieve y el hielo de las áreas de tránsito (pasillos, entradas, rampas y escaleras). El uso de sal o productos descongelantes es una medida común para evitar que el hielo se forme y para facilitar la limpieza de las superficies. Además, las áreas de trabajo deben estar señalizadas correctamente, para alertar a los empleados sobre los riesgos de resbalones y caídas.
Otra recomendación importante es la formación de los trabajadores. Es crucial que los empleados reciban formación sobre cómo prevenir accidentes causados por las condiciones invernales. Se deben enseñar técnicas adecuadas para caminar sobre superficies resbaladizas, el uso correcto de calzado antideslizante y las precauciones al manipular equipos en condiciones de nieve o hielo. También es fundamental informar a los trabajadores sobre cómo actuar en caso de emergencias, como caídas o lesiones.
En cuanto a los equipos y herramientas, deben estar en buen estado y ser adecuados para trabajar en condiciones de frío extremo. Los trabajadores que operan en exteriores deben usar ropa adecuada para mantener el calor corporal y protegerse de las bajas temperaturas, así como guantes y botas antideslizantes. Las empresas también deben garantizar que los vehículos de transporte sean apropiados para condiciones invernales, con neumáticos adecuados y sistemas de calefacción funcionales.
En resumen, el invierno, la nieve y el hielo pueden representar riesgos significativos para la salud y seguridad de los trabajadores, pero con las medidas preventivas adecuadas, estos riesgos pueden minimizarse. La limpieza constante de las superficies, la formación de los empleados y el mantenimiento de los equipos son pasos fundamentales para proteger a los trabajadores durante los meses de invierno.
Prevención de accidentes, obligación legal y moral
Desde USO recordamos que la prevención de accidentes no solo es una obligación legal, sino también una responsabilidad moral de las empresas para garantizar un entorno laboral seguro para todas las personas trabajadoras.
USO te recuerda la publicación del Real Decreto-ley 8/2024, que introduce un permiso retribuido de hasta cuatro días por fenómenos meteorológicos. Este permiso, del artículo 37.3 ET, responde a los eventos climáticos severos y busca garantizar la seguridad de los trabajadores ante riesgo climático. La medida representa una respuesta legislativa urgente para proteger la integridad física de los trabajadores frente a riesgos inminentes basados en situaciones climatológicas extremas.
La norma se encuentra ya en vigor y consiste en un permiso, de hasta cuatro días, en las situaciones en las que las autoridades competentes imponen restricciones de movilidad o prohíben el acceso a los centros de trabajo debido a condiciones meteorológicas adversas. Transcurridos estos días iniciales, el permiso podrá extenderse hasta que desaparezcan las circunstancias que lo originaron.
También contempla la opción de establecer régimen de teletrabajo mientras se den estas condiciones adversas cuando las tareas sean compatibles con esta modalidad y las redes de comunicación lo permitan.
Si las empresas no cumplen con la obligación de garantizar estos entornos laborales seguros, acude a tus delegados y delegadas de prevención para poder informar y tomar las medidas necesarias, ninguna persona trabajadora debe trabajar en condiciones en que su salud no esté debidamente protegida.
Comments are closed.