USO resume el nuevo Marco de Seguridad y Salud en el Trabajo para el período 2021-2027, enmarcado en el Plan de Acción Europeo de Derechos Sociales
El nuevo Marco de Seguridad y Salud en el Trabajo 2021-2027, anunciado en el Plan de Acción Europeo de Derechos Sociales, establece las principales prioridades y acciones necesarias para mejorar la salud y la seguridad de las personas trabajadoras en los próximos años. En un contexto, además, de mundo post-pandémico, marcado por transiciones verdes y digitales; desafíos económicos y demográficos; y la noción cambiante de un entorno de trabajo tradicional.
La pandemia ha demostrado la importancia de la seguridad y salud en el trabajo para proteger a los trabajadores; para el funcionamiento de la sociedad; y para la continuidad de actividades económicas y sociales. Por tanto, el camino hacia la recuperación y reactivación de la productividad debe incluir el compromiso renovado de mantener la seguridad y salud en el trabajo a la vanguardia y mejorar las sinergias entre las políticas de prevención de riesgos laborales y de salud pública.
En este sentido, se apuesta por dar prioridad a las medidas de aumento de la higiene; las intervenciones no farmacéuticas; y el apoyo a la salud mental, mejorando la puntualidad y eficacia de la respuesta a tales crisis.
Objetivos del Marco de Seguridad y Salud en el Trabajo 2021-2027
Para gran parte de las personas trabajadoras de la UE, el concepto de lugar de trabajo se está volviendo más fluido; pero también más complejo, a medida que surgen nuevas formas organizativas, modelos de negocio e industrias.
La pandemia ha acentuado estas complejidades y ha hecho que la seguridad y salud en el trabajo, y la política de salud pública estén más interrelacionadas que nunca. Por tanto, el nuevo marco estratégico para la seguridad y salud en el trabajo se centra en tres objetivos clave transversales para los próximos años:
- Anticipar y gestionar cambios en el nuevo mundo del trabajo provocado por las transiciones verde, digital y demográfica.
- Mejorar la prevención de accidentes y enfermedades laborales.
- Prepararse para cualquier posible crisis de salud futura.
Para cumplir estos objetivos, es necesario actuar a nivel europeo, nacional, sectorial y empresarial. La implantación de estos tres objetivos se sustentará en el diálogo social; el fortalecimiento de la base empírica y de la aplicación de la ley; la conciencia y financiación.
El presupuesto de la Unión Europea de 1,8 billones de euros para 2021-2027 apoyará estas iniciativas y contribuirá a una recuperación sostenible.
En resumen, la Comisión tiene previsto:
- modificar las directivas sobre lugares de trabajo y pantallas de visualización de datos, de 1989 y 1990.
- proponer valores límite para el cobalto, plomo y amianto.
- lanzar una campaña sobre lugares de trabajo saludables para 2023-2025. Estará enfocada a los riesgos psicosociales y ergonómicos de las personas que trabajen en plataformas digitales.
- y realizar un seguimiento adecuado de la Resolución del Parlamento Europeo sobre el derecho a la desconexión digital.
Digitalización: soluciones de seguridad y salud, nuevas y actualizadas
Las formas de trabajo cambiantes, derivadas de la digitalización, y con un aumento importante de la población que trabaja a distancia, requieren de soluciones nuevas y actualizadas. El rápido despliegue de tecnologías y el mayor uso de dispositivos para fines laborales requieren de un análisis más detallado de la exposición a la radiación óptica y a los campos electromagnéticos, así como de los posibles efectos adversos para la salud en el caso de aparatos más potentes.
La Comisión está siguiendo la evolución general de las nuevas formas de trabajo y modelos de negocio, especialmente los vinculados a la economía a la carta, basada en internet. Ha lanzado una segunda fase de consulta a los interlocutores sociales y presentará una iniciativa para mejorar las condiciones laborales de las personas que trabajan a través de plataformas digitales a finales de 2021.
Exposición a sustancias peligrosas
En el marco del Pacto Verde Europeo y la estrategia de la UE sobre productos químicos para la sostenibilidad, consideran que se deben revisar los valores límite actuales de determinadas sustancias peligrosas utilizadas en los sectores existentes y emergentes.
Esto es relevante tanto para la cuestión de las transiciones ecológicas como para la prevención de enfermedades relacionadas con el trabajo; en particular, el cáncer. Para el plomo y el cobalto, dos sustancias peligrosas de uso frecuente en tecnologías de energía renovable y en la producción de baterías, los valores límite deben revisarse o, en el caso del cobalto, establecerse.
La exposición al asbesto (similar al amianto) será un factor de riesgo para la salud en la ola de renovación, cuyo objetivo es hacer que los edificios se adapten a un futuro climáticamente neutro en el contexto del Pacto Verde Europeo. Si bien ya no se puede producir ni usar en la UE, existe un problema heredado para las personas trabajadoras con la renovación de edificios que, a menudo, requiere la eliminación del amianto que se usaba.
Salud mental y bienestar psicosocial
Antes de la pandemia, los problemas de salud mental afectaban de forma conocida a unos 84 millones de personas en Europa. La mitad de las personas trabajadoras europeas considera que el estrés es algo común en su lugar de trabajo y contribuye a aproximadamente la mitad de los días laborales perdidos.
La evidencia sugiere que abordar los peligros para el bienestar psicosocial requiere un proceso con diferentes etapas, que implican cambios en el entorno laboral. La Comisión Europea está financiando proyectos que abordan estos desafíos, que tienen como objetivo desarrollar e implementar intervenciones para promover la buena salud mental y prevenir las enfermedades mentales en el trabajo.
En concreto, se espera que los proyectos de Horizonte 2020 “Magnet4Europe” y “EMPOWER” produzcan resultados innovadores. En los sectores de la salud o el cuidado, el proyecto “RESPOND” tiene como objetivo abordar los efectos adversos en la salud mental debido a la pandemia.
Reducir las muertes por el trabajo
Se considera que deben desplegarse todos los esfuerzos para reducir las muertes relacionadas con el trabajo tanto como sea posible. Para ello, se debe mejorar la recopilación de datos sobre accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, analizando las causas fundamentales de cada muerte o lesión relacionada con el trabajo.
Es el caso del cáncer, principal causa de muertes relacionadas con el trabajo en la UE, aun cuando existe una clara infradeclaración. El compromiso de la UE de luchar contra el cáncer relacionado con el trabajo también está en consonancia con la estrategia de la hoja de ruta sobre carcinógenos 2020-2024, limitando la exposición a 26 sustancias peligrosas y, por tanto, mejorando las condiciones laborales de unos 40 millones de personas trabajadoras.
Las enfermedades cardiovasculares son la segunda causa más importante de muertes relacionadas con el trabajo en la UE. La investigación y la recopilación de datos adicionales, así como la promoción de la salud en el trabajo, tanto a nivel nacional como de la UE, deberían ser una prioridad. Estas acciones también deben cubrir trastornos musculoesqueléticos, que afectan a millones de personas trabajadoras en la UE.
También se dará prioridad a la actualización y ampliación de la protección de los trabajadores expuestos a sustancias reprotóxicas. Estas pueden ser la causa de hasta 1.274 nuevos casos de problemas de salud reproductiva cada año. Además, se desarrollará una guía para el sector de la atención de la salud que se centre, entre otras cosas, en la protección de las personas trabajadoras contra la exposición a productos medicinales peligrosos.
Reconocer la diversidad y luchar contra la discriminación
El reconocimiento de la diversidad y la lucha contra la discriminación en la población activa es fundamental para garantizar la seguridad y la salud de las personas trabajadoras, incluso en la evaluación de los riesgos en el trabajo. De esta forma, se alentarán acciones para evitar el sesgo de género al evaluar y priorizar los riesgos.
Además, la Comisión presentará un paquete para mejorar los resultados del mercado laboral de personas con discapacidades. Este paquete incluirá orientación y apoyo para el aprendizaje mutuo; para garantizar la salud y la seguridad en el trabajo; y sobre planes de rehabilitación profesional para personas que padecen enfermedades crónicas o personas que han sido víctimas de accidentes.
Prevención de enfermedades profesionales y accidentes de trabajo
El Marco de Seguridad y Salud en el Trabajo 2021-2027 tiene la intención de actualizar la recomendación de la Comisión sobre enfermedades profesionales para
- incluir el covid-19.
- desarrollar orientación para que los inspectores del trabajo determinen la calidad de las evaluaciones de riesgos y las medidas de gestión de riesgos, con arreglo a la Directiva sobre agentes biológicos para 2022.
- incrementar el seguimiento y las inspecciones efectivas de temporeros en profesiones de alto riesgo.
- reforzar la cooperación y el intercambio de información entre las inspecciones del trabajo y otras autoridades nacionales para mejorar las normas de salud y seguridad en todos los sectores laborales.
El marco estratégico se sustentará en la investigación y recopilación de datos, tanto a nivel europeo como nacional, para la prevención de enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo; en el diálogo social; el Fondo Social Europeo Plus; en mejorar las estrategias actuales de SST de los Estados miembros aumentando la conciencia de riesgos relacionados con accidentes laborales, lesiones y enfermedades profesionales.
La Cumbre de Seguridad y Salud en el Trabajo de 2023 permitirá hacer un balance de los avances de este ambicioso marco, así como una evaluación de la adaptación al contexto rápidamente cambiante. En USO estaremos atentos a todas estas nuevas iniciativas y os las trasladaremos en cuanto sean aprobadas e implantadas.
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