Red Eléctrica de España ha completado el proceso de asignación del servicio de interrumpibilidad a través de subastas competitivas con la asignación de un total de 8 bloques de 90 megavatios (MW) y 376 bloques de 5 MW, lo que se traduce en una potencia interrumpible para el período del 1 de enero al 31 de mayo del 2018 de 2.600 MW. En estas subastas han participado 128 grandes consumidores.
Las subastas, que se han celebrado en Valladolid del 18 al 20 de diciembre, han sido organizadas por Red Eléctrica como administrador y ya han sido validadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Hay que recordar que los precios de salida fijados por la Secretaría de Estado de Energía, Turismo y Agenda Digital en la Resolución del 11 de octubre del 2017 fueron de 270.000 euros/MW y año para los productos de 90 MW, y de 150.000 euros/MW y año para los de 5MW.
Teniendo en cuenta esos precios de salida, el precio medio de asignación ha sido de 235.167 euros/MW y año para los productos de 90MW, y de 108.245 euros/MW y año para los de 5 MW. La media ponderada de asignación se ha situado en los 143.393 euros/MW y año.
En esta ocasión, no solo la media ponderada es bastante inferior a la del 2016, que se situó en 176.420 euros/MW, sino que los precios medios también se han visto reducidos: 127.539 euros/MW y 289.125 euros/MW para los bloques de 5 MW y 90 MW, respectivamente, en el año 2016.
El reparto de los 8 bloques de 90 MW ha quedado distribuido de la siguiente manera:
– Alcoa: 3 bloques de 90MW
– Asturiana de Zinc: 2 bloques de 90MW
– ArcerlorMittal: 1 bloque de 90MW
– Ferroatlántica: 1 bloque de 90MW
– Grupo Celsa: 1 bloque de 90MW
Como veníamos anunciando desde la Federación de Industria de USO, esta subasta eléctrica ha estado marcada por los fuertes recortes, tanto en el número de bloques de 90 MW que han sido subastados, pasando de 10 a 8, como en la vigencia de la interrumpibilidad, reduciendo los doce meses a los cinco actuales; así como en el precio medio de la asignación, como ha quedado demostrado.
Por estos motivos, no podemos dejar de reivindicar una política energética más previsible, especialmente para los sectores y empresas industriales con mayor dependencia de la tarifa eléctrica y de este este sistema de subasta interrumpible.
Seguiremos insistiéndole al Ministerio de Energía en todos aquellos espacios de participación en los que estemos presentes en modificar este sistema para que favorezca la seguridad jurídica, la predicción de costes y unas inversiones que posibiliten la estabilidad de las empresas y, por consiguiente, del empleo.
Para incrementar y fortalecer la industria española, resulta imprescindible, entre otras medidas, disponer de un sistema energético que permita a los centros industriales en territorio nacional competir en el mercado mundial y europeo en igualdad de condiciones en cuanto al coste energético se refiere.
Esperamos que en estos próximos cinco meses que tenemos por delante, a través del debate y del necesario consenso entre todas las partes implicadas, se sienten las bases para conseguirlo y podamos afrontar el futuro con mayor optimismo.
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