El Gobierno presentaba hoy su reforma fiscal, un malabarismo con tintes electorales que esconde aspectos manifiestamente injustos y poco equitativos, en opinión de USO. Habrá que esperar al lunes para saber los detalles una vez se publique el anteproyecto que aprobaba el Consejo de Ministros.
Entre otras cosas, esta Reforma simplifica de siete a cinco los tramos del IRPF, baja los tipos mínimos de forma gradual hasta el 2016, aumenta los mínimos familiares y se reduce el tipo general el Impuesto de Sociedades. Aunque hay sobre el papel una rebaja de la tributación para todos los tramos, lo cierto es que beneficia más a los que más ganan, y esconde por ejemplo cierta trampa propagandista, como el hecho de que más de once millones y medio de pensionistas, trabajadores y trabajadoras que ganan menos de 11.200€ anuales actualmente no tributaban, por lo que en realidad no estarían afectados. Para ellos no es esta reforma. Sí hay en cambio grandes rebajas fiscales a las grandes nóminas, a las que se les rebaja hasta siete puntos. Además el aumento de las cuantías de los mínimos personales y familiares repercute en todos por igual, siendo por lo tanto en realidad la mayoría social de las clases medias las que realmente lo soportan, a la vez que la bajada de la tributación de las rentas el capital beneficia a las grandes fortunas.
La rebaja del Impuesto de Sociedades beneficiará a las grandes empresas, primando a estas a frente a la PYME, no se trata de hacer converger el tipo nominal con el tipo efectivo, sino que debería ser todo lo contrario, ello implicaría la práctica supresión de las bonificaciones para que el tipo efectivo se acerque al tipo nominal.
Especialmente negativo es que desde la USO no vemos medidas decididas contra el fraude fiscal y la evasión de impuestos, ya que deja fuera la publicación detallada de las multinacionales que los eluden y medidas para luchar contra la economía sumergida. Desde USO proponemos reforzar los mecanismos de control y dotar de medios humanos y materiales a la administración como una prioridad, ya que sin duda serviría para aumentar los ingresos fiscales y rebajar nuestro déficit público.
Desde USO también advertimos peligro ante la incertidumbre que supone también una bajada de ingresos que el gobierno no puede tratar de compensar con menos protección social o con privatizaciones como la de AENA. Que los que más tienen paguen menos termina siempre en que paguen más la mayoría, lo hemos visto otras veces.
Para la USO lo primero sería que todos realizasen el mismo esfuerzo tributario en función de la totalidad de los ingresos realmente obtenidos y no este tipo de malabarismos. Lo que la ciudadanía necesita en la coyuntura actual, entre otras cosas, es una bajada del IVA en productos básicos o la electricidad, un Impuesto de Transacciones Financieras sin dobles fondos, modificar el tratamiento fiscal de las SICAV y sobretodo apostar por la creación de empleo estable y de calidad que estimule el consumo.
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