El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ha publicado en su web las estadísticas de accidentalidad referentes a los cinco primeros meses del año, en las que se aprecia la negativa evolución que esta está teniendo en nuestro país.
A la vista de los datos de 2018, respecto a los del período comprendido entre enero y mayo de 2017 hay que destacar:
- El número total de accidentes sin baja ha sido de 295.176, frente a los 298.143 de 2017, lo que supone un descenso del 1,0%.
- El número total de accidentes con baja ha sido de 245.922, frente a los 237.570 de 2017, lo que representa un incremento del 3,5%.
- El número total de accidentes con baja en jornada de trabajo ha sido de 211.890, frente a los 205.454 de 2017, lo que se traduce en una subida del 3,1%. En relación a este dato destaca el hecho de que aumentan tanto los accidentes graves (1.608 frente a los 1.528 de 2017) como los mortales (205 frente a los 203 de 2017).
- El número total de accidentes con baja in itinere ha sido de 34.032, frente a los 32.116 de 2017, dato que implica una subida del 6,0%. Este aumento de accidentes se ha producido tanto para la población femenina (19.701 frente a los 18.054 de 2017) como para la población masculina (14.961 frente a los 14.062 de 2017).
- Por sección de actividad económica, los accidentes de trabajo en jornada con baja aumentan en cada una de ellas, salvo en las áreas de “Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca” y de “Administración Pública, Defensa y Seguridad Social”, en los que se produce un ligero retroceso. En cuanto a los accidentes en jornada mortales pese a que en varios sectores descienden, en términos globales empeoran los datos respecto a 2017.
- Por Comunidades Autónomas, los accidentes de trabajo en jornada con baja aumentan en todas ellas, salvo en Canarias, Murcia, Asturias y Cantabria.
- Por sexo, el número total de accidentes de trabajo en jornada con baja ha aumentado tanto para la población femenina (62.590 frente a 61.584 en 2017) como para la población masculina (149.300 frente a 143.870 en 2017).
En resumen, como puede apreciarse los datos lo dicen todo y la mayoría de los indicadores de siniestralidad laboral muestran números aún peores que los respectivos de 2017. Desde USO denunciamos una vez más la necesidad de un cambio inminente en esta tendencia. A ese respecto, los poderes públicos contarán con todo nuestro apoyo en esta materia para promover iniciativas y medidas encaminadas a fomentar trabajos más seguros y saludables. En su mano esta abrir vías dirigidas a tal fin con vistas a poner freno cuanto antes al nefasto rumbo que está teniendo la siniestralidad en España en los últimos años, bajo el negro timón de la precariedad laboral.
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