La construcción es un sector históricamente afectado por altas cifras de siniestralidad, en el que la presencia de subcontratas hace que la CAE sea fundamental
El sector de la construcción está marcado por la siniestralidad laboral. En los últimos días hemos sido testigos de tres accidentes de trabajo mortales. Un trabajador ha fallecido en Calatayud por derrumbe de escombros en tareas de derribo controlado de inmueble en ruinas. Otro, en Logroño, por desprendimiento vertical de fachada en tareas de rehabilitación de edificio. Y el último, en Albelda (Huesca), por caída en altura desde tejado de vivienda en rehabilitación.
Además de pertenecer los trabajadores fallecidos al sector de la construcción, se da la circunstancia de que, al menos, dos de ellos, pertenecían a empresas subcontratadas.
Subcontratas y aumento de riesgos laborales
La construcción ha sido, históricamente, un sector marcado por sus elevadas cifras de siniestralidad laboral, de la misma forma que también viene caracterizado por la presencia de varias empresas (subcontratas) en una misma obra de construcción.
La presencia de subcontratas puede elevar el nivel de riesgo de la actividad laboral, ya que:
- Se pueden generar nuevos riesgos al desarrollar actividades que no se estaban llevando a cabo, con sus riesgos asociados.
- Pueden agravarse los riesgos existentes. No hay que olvidar que el simple desconocimiento de un riesgo lo hace más peligroso aún.
- Se pueden crear situaciones incompatibles por temas de seguridad cuando se van a realizar trabajos que requieren unas condiciones específicas y no contamos con ellas.
CAE, herramienta imprescindible para frenar la siniestralidad en la construcción
Para controlar este aumento de los riesgos se debe llevar a cabo la gestión CAE (Coordinación de Actividades Empresariales). En la construcción, la CAE es una herramienta imprescindible para conseguir una adecuada gestión e implementación de la seguridad y salud laboral en las obras.
La CAE constituye en vehículo adecuado para transmitir la información a todas las personas trabajadoras de los riesgos existentes en cada momento, así como de las medidas preventivas destinadas a evitar o controlar estos riesgos.
La construcción, al ser considerada como una actividad peligrosa o con riesgos especiales, cuenta con una normativa específica y extensa en materia de prevención para poder dar respuesta a las situaciones complejas que se dan en las obras. Toda esta normativa tiene como objeto principal evitar muertes como consecuencia de accidentes de trabajo.
Desde USO reclamamos mayor compromiso de las empresas en el cumplimiento de la normativa pues resulta absolutamente intolerable que, contando con los mecanismos adecuados, siga aumentando la cifra de accidentes de trabajo mortales. Todo ello conduce a pensar que no se está haciendo el trabajo de prevención adecuado al nivel de siniestralidad del sector.
También reclamamos una mayor implicación de las Autoridades en el control de esta actividad en todo lo referente a la correcta aplicación de la normativa aplicable. La construcción es un sector, como hemos visto, en el que la consecuencia de la dejadez en materia preventiva trae consigo consecuencias fatales.
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