La prevención de riesgos laborales es uno de los pilares básicos de la calidad de vida del trabajador, ya que permite desarrollar su actividad en unas condiciones dignas y saludables sin poner en peligro su integridad. Uno de los indicadores que muestran el índice de implantación de la actividad preventiva en las empresas es el número de enfermedades profesionales surgidas de las condiciones de trabajo de manera.
Recientemente se han publicado los datos relativos a las enfermedades profesionales sufridas por los trabajadores correspondientes al primer cuatrimestre de este año, preocupantes debido a la tendencia alcista entre enero y marzo, a pesar de la disminución de los partes de enfermedad profesional en el mes de abril.
En total, durante los cuatro primeros meses del año se han comunicado 4.579 enfermedades profesionales. Como se puede ver en la tabla correspondiente al número de enfermedades profesionales por grupos, el número de partes comunicados es mucho menor en proporción a los accidentes de trabajo, siendo mucho más bajo de las que realmente se producen, ya que, muchas son consideradas “contingencias comunes” por parte de las mutuas y no se consideran como lo que realmente son.
Desde USO queremos denunciar la continua infradeclaración de las enfermedades profesionales, amparada en muchos casos por la Ley de Mutuas de 2014, e instar a un mayor control de este tipo de situaciones por parte de todos los trabajadores y sus representantes para que los datos reflejen la realidad. Además, denunciamos el obsoleto Real Decrero 1299/2006, ya que el cuadro de enfermedades profesionales que recoge es restrictivo, dificulta el reconocimiento de las mismas y además ni siquiera recoge los riesgos psicosociales.
Para atajar el preocupante aumento de las enfermedades profesionales, deben llevarse a cabo más evaluaciones de riesgos y las empresas deben estar concienciadas de la importancia de llevar a cabo esta evaluación para poder acabar o mitigar los posibles trastornos que puedan sufrir las plantillas.
Enfermedades por grupos
En cuanto a los agentes causantes de enfermedades profesionales que han dado lugar a baja médica, la proporción es mayor en las enfermedades causadas por agentes físicos con un 82,5%. Estas enfermedades son las producidas por la exposición a ruido, vibraciones, posturas forzadas y movimientos repetitivos. Estos agentes son los más habituales teniendo en cuenta que la mayoría de los puestos de trabajo se enmarcan en el sector servicios y en la industria manufacturera.
Cabe resaltar que, de las 3.776 enfermedades profesionales causadas por agentes físicos, 2.202 han sido debidas a patologías inflamatorias de tendones y vainas que recubren los mismos. Ejemplos de estas patologías son las causadas sobre el manguito de los rotadores del hombro, muy exigido en trabajos realizados con los codos en posición elevada, en profesiones como pintores, escayolistas o montadores, además de diversas tendinitis.
Asimismo, dentro de las citadas enfermedades causadas por agentes físicos, 1.338 enfermedades son derivadas de la parálisis de los nervios debidas a la presión como el síndrome del túnel carpiano en la mano, la tenosinovitis digital, o patologías en codo y antebrazo. Suponen casi el 94% de las enfermedades causadas por agentes físicos. Un ejemplo ilustrativo de este tipo de patologías es la epicondilitis, típica de profesionales como carniceros, pescaderos, curtidores, deportistas, etc.
Las mujeres han sufrido mayor número de casos de enfermedad profesional debido a que muchos trabajos realizados por este colectivo, en proporción mayoritaria, dan lugar a trastornos musculoesqueléticos, entre otras patologías.
En la tabla siguiente, podemos consultar los datos relativos a este primer cuatrimestre de 2019, relativas a las enfermedades profesionales que han dado lugar a baja médica.
La estadística supone una variación interanual del 14,3% con respecto al mismo período de 2018, aumentando los casos de manera preocupante.
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