Los trabajadores de los medios de comunicación, una labor invisibilizada por sus propias empresas
Los medios de comunicación y sus trabajadores han sido servicio esencial desde el inicio del estado de alarma. Tras cada uno de ellos, hay una plantilla. Y los trabajadores de estos medios de comunicación, en unas u otras condiciones, han seguido en activo durante la emergencia sanitaria.
A algunos los conocemos porque los vemos cada día. Y, sin embargo, como colectivo laboral, son los más invisibilizados por los medios de comunicación. Efectivamente, nos referimos a los trabajadores… de los medios de comunicación.
Hemos querido conocer, a través de delegados y afiliados de USO, cómo ha cambiado el trabajo en las televisiones, donde más difícil ha sido teletrabajar, y qué medidas especiales de protección se han aplicado o se demandan.
Los cambios en la televisión para espectadores y trabajadores
Aunque estamos acostumbrados a ver vídeos grabados con móvil continuamente en redes sociales o en portales de internet, hasta ahora no había llegado a la televisión su uso masivo. El ojo del espectador se ha habituado pronto a ver entrevistas por Skype o similares, grabaciones de móvil, micrófonos plastificados, ruedas de prensa por multipantalla o periodistas informando desde delante de los edificios sin maquillar ni peinar. Pero todo esto ha sido un cambio radical en las rutinas de trabajo de los profesionales de la comunicación.
A veces han estado en primera línea; pero, estuvieran o no, siempre nos han contado esa primera línea. Los medios de comunicación tradicionales nos han ayudado, además, a no extender bulos, noticias falsas u otros mensajes que, con un fondo de broma o directamente malintencionados, podían poner en riesgo la seguridad de todos o convertirse en estafas y robos de datos.
Los controles de los informativos y programas
Los trabajadores de imagen y sonido, editores y realizadores son los que más difícil tienen teletrabajar. Ellos se encargan de “apretar los botones” que nos permiten ver las emisiones en directo. Por ello, por el inevitable contacto, “lo primero que hacemos al llegar es desinfectar nuestra parte de mesa, y lo mismo al irnos. Hemos cambiado los turnos para tratar de rotar lo menos posible y que cada técnico trabaje durante toda la semana con la misma persona. Así, si hubiera un compañero contagiado, solo habría compartido el estudio con otro, y no con tres o cuatro. También tenemos una diferencia de un cuarto de hora entre la salida del turno de mañana y la entrada de la tarde, para no cruzarnos. A pesar de que el que sale desinfecta, el que entra vuelve a hacerlo”, explica Míriam Naves, afiliada de USO y técnica de imagen en los informativos de la Televisión del Principado de Asturias (TPA).
La técnica también relata otras medidas, como por ejemplo haber distribuido la emisión en varios estudios: “para un informativo, suele haber cinco personas en el control. Ahora, se trabaja con lo mínimo, cuatro personas, y se ha habilitado un estudio de programas especiales para que dos personas estén en uno y las otras dos, en el otro. Así se puede garantizar la distancia entre nosotros”.
En Televisión Española, sin embargo, las medidas de seguridad no son tan estrictas. Javier Albalá, delegado de USO en RTVE, lamenta que “los cámaras en plató no pueden mantener las distancias de seguridad. Tampoco en los controles. Nos dicen que se limpian y desinfectan todos los días las mesas de realización, pero nada más”.
IB3, sin embargo, trabaja de forma similar a TPA: “nos han hecho turnos estancos, para que nos mezclemos lo menos posible, y se han habilitado nuevos espacios con puestos de redacción para que haya más distancia. En puestos cuya labor lo permite, se ha intentado trabajo en remoto, al menos de una parte del departamento. Otras labores, como asistencia informática no urgente, se retrasa al turno de la noche, cuando el resto de personal se ha ido y el técnico no coincide con nadie más”, explica Dani Bosch, delegado en la UTE técnica de IB3, de Telefónica y Videorreport.
La dificultad de mantener el servicio de maquillaje y vestuario
En el caso del trabajo en plató, de cara a cámara, el maquillaje no es cuestión de estética, sino también de protección de la piel de los periodistas frente a los focos. Por eso es necesario mantener el servicio, que es por otra parte de alto riesgo para los contagios.
En TVG, “se ha optado por un kit individual para que cada persona se maquille siguiendo las recomendaciones de las maquilladoras, pero evitando el contacto. Lo mismo en cuanto a peluquería, material de uso individual y los peluqueros guiando”, explica Manolo Cejeiro, delegado de USO en la Radiotelevisión de Galicia (CRTVG).
También el cambio que hemos podido observar de manera generalizada en la apariencia de las presentadoras de TVE -es más llamativo en las mujeres por el pelo largo que tienen muchas de ellas-, se debe “a que se maquillan los propios periodistas. En vestuario, se les selecciona la ropa y, tras usarla, se lleva a una tintorería especial para limpiarla y desinfectarla”, apunta el delegado de USO en RTVE.
El trabajo en exterior: desinfección continua
Una de las medidas que más llama la atención del espectador es ver los micrófonos plastificados en las entrevistas a pie de calle y en las intervenciones en directo de los periodistas. En el caso de las locuciones en estudio, es más sencillo que cada redactor se haga cargo de su propio micrófono y no lo comparta. Aun así, “hemos pedido un contenedor especial para los guantes, mascarillas y los plásticos que usamos diariamente para cubrir los micrófonos”, explica Miguel Oro, delegado de USO en la Televisión de Aragón y delegado de Prevención.
Cuando los equipos salen, “se limpian diariamente equipos y vehículos. Cada periodista tiene su propio micrófono con funda y tres capuchones diferentes por si hubiera riesgo de que se hubieran contaminado a pesar de las precauciones. Además, se utiliza pértiga para mantener la distancia de seguridad con los entrevistados”, ilustra Cejeiro.
Las unidades móviles, los vehículos necesarios para hacer las conexiones en directo desde la calle, son una fuente de dudas para los trabajadores de RTVE: “los compañeros de exteriores son los únicos que disponen de guantes y mascarillas. No hay pértigas para todos y no siempre se les entrega, no es la regla. Tampoco tenemos información sobre si las unidades móviles se están limpiando y desinfectando diariamente”.
La vuelta a las grabaciones multitudinarias: un riesgo extra para los trabajadores de los medios de comunicación
Según las fases aprobadas para la desescalada, ya en la Fase I está previsto retomar la producción audiovisual y el rodaje de cine y series. Sin embargo, los delegados de USO en RTVE lo observan como un riesgo innecesario, especialmente en algunos programas: “nos han anunciado que se empieza a grabar de forma inminente MasterChef, a pesar de que no lo consideramos seguro. Es un programa de mucho contacto, con riesgo para todos los concursantes, jurado y equipo técnico”.
En este sentido, Javier Albalá recuerda que “los cámaras necesitarán estar muy cerca de los concursante para grabarlos. Además, otra parte del equipo técnico estará encerrado más de 12 horas en unidades móviles codo con codo, sin posibilidad de respetar las medidas de seguridad. En este programa en concreto, el tema de la manipulación de alimentos también puede conllevar un riesgo añadido”.
Medidas de seguridad e higiene comunes a otras empresas frente al coronavirus
En departamentos administrativos, comerciales u otros donde el trabajo no sea propiamente informativo e inmediato, se ha promovido que el personal teletrabaje. Además, no hay fichaje con contacto y las recepciones tienen mamparas u otro tipo de medida de distanciamiento.
Las televisiones, a pesar del halo que despliegan hacia el exterior, son en otros muchos aspectos empresas comunes: se celebran las reuniones diarias manteniendo las distancias, las de seguimiento tratan de hacerse por videoconferencia y hay dispensadores de hidrogel en pasillos y zonas comunes. En los centros de trabajo con más densidad de plantilla, como los centrales de Radiotelevisión Española, “de vez en cuando nos hacen un control de temperatura aleatorio. Más de 200 trabajadores han estado en cuarentena porque no tenemos test y las mascarillas solo nos las dan para la reuniones físicas”, explica Javier Albalá.
Hay medidas que ha habido que tomar en las televisiones que sorprenden, por la cantidad de gente implicada. Por ejemplo, como muchas otras grandes empresas, los trabajadores disponen habitualmente de cantinas o catering. Estos servicios se han cancelado y se establecen cupos de aforo para los comedores, además de turnos. Y tampoco se pueden recibir visitas turísticas y culturales, ni de centros escolares o grupos similares.
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