La Inspección de Trabajo se ha puesto las pilas para proteger a los riders, la nueva clase de trabajadores de la economía colaborativa. “Se trata de falsos autónomos, porque estas plataformas –Deliveroo, Glovo, etc.- organizan la jornada de trabajo de los riders, les controlan con una aplicación y fijan la retribución que estos trabajadores perciben”, concreta Joaquín Pérez, secretario general de la USO.
En los últimos meses, la Inspección de Trabajo está recopilando información más exhaustiva sobre esta nueva “modalidad” de empleo y resolviendo sobre las cotizaciones dejadas de abonar por estas empresas a la Seguridad Social, labor que reconocemos desde USO. “Sin embargo, el Gobierno aún no se ha puesto a legislar para regular esta realidad laboral que cada vez es más frecuente, que deja a miles de trabajadores desprotegidos y que permite que las plataformas sigan ganando dinero a costa de los derechos de los trabajadores y de no hacer frente a sus obligaciones fiscales”, resalta Pérez.
Los empleos que vienen de la mano de la nueva economía están fuertemente marcados por la precariedad, la explotación y el fraude a la Seguridad Social. “A pesar de que ya es tarde, desde USO exigimos que el Congreso legisle, de una vez por todas, y ponga freno a esta nueva forma de explotación laboral. Al igual que Hacienda está trabajando para poner en marcha normas para que las grandes compañías tecnológicas tributen en España por los beneficios que obtienen aquí, es de justicia que esas plataformas también lo hagan”, defiende Pérez.
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