La jornada de cuatro días semanales ha saltado a primera línea de debate en España por una iniciativa en Finlandia y por el reconocimiento público de una empresa pionera en nuestro país en haberla implantado. Sin embargo, la racionalización de horarios y de jornada, y su relación con la conciliación y la productividad ya forman parte desde hace años de las reivindicaciones de la USO.
“El tiempo de trabajo, su organización y la distribución de la jornada son de las condiciones de trabajo que más repercusión tienen en nuestra vida diaria, en nuestra salud y en la conciliación de la vida familiar y personal. Con la evolución que está experimentando el sistema de trabajo en los últimos años, el debate no debería ser sobre cuánto tiempo se trabaja, sino cómo se organiza el trabajo y la calidad del mismo. Las maratonianas jornadas laborales en horas o en días, el presentismo o el modelo de disponibilidad 24h/365 días no es sinónimo de más productividad, sino todo lo contrario: conlleva sobrecarga de trabajo, imposibilidad de conciliar, fatiga, estrés, dolencias musculoesqueléticas, mayor riesgo de accidente laboral y enfermedad profesional, etc.”, relata Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.
Por ello, “es imprescindible y urgente una revisión del tiempo de trabajo y la organización del mismo. Iniciativas como la de la empresa Software Delsol son un gran paso adelante, pero nuestra preocupación es la del riesgo de creación de un mercado laboral de dos velocidades: el de las empresas pioneras que valoran la calidad del trabajo y reducen las jornadas y, por otro lado, el de la precariedad, en el que haya que continuar en la lucha centenaria por el derecho a tener 8 horas para trabajar, 8 horas para dormir y 8 horas para vivir”, reivindica García.
En relación con nuestra reivindicación, la secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO la fundamenta en que “numerosos estudios demuestran que una jornada menos prolongada revierte de forma notable en el aumento de la productividad de la plantilla, además de producir una mayor fidelización de la misma y una mayor retención y atracción del talento, pues las personas trabajadoras en la organización no estarían dispuestas a cambiar ni siquiera por más salario, ya que se valora más el disponer de descanso y de tiempo libre que el aumentar el salario empeorando la calidad de vida. Esto, además mejora los niveles de absentismo en la empresa, pues un gran número de bajas se producen por el nivel de estrés o depresión causado, en muchas ocasiones, por el estrés laboral y por el poder dedicar a la familia poco o escaso tiempo para disfrutar de tiempo de ocio juntos”.
Una jornada laboral racional para mejorar la conciliación y educación de los niños
En cuanto a uno de los principales beneficios de contar con una jornada laboral racional, “trabajar cuatro días facilita notablemente la conciliación de vida familiar con la laboral y, por consiguiente, disminuirá el estrés en las familias, pues el cuidado de los hijos se hará con más tiempo y corresponsabilidad, repercutiendo en que los niños no estén demasiado tiempo bajo el cuidado de guarderías o de sus abuelos, y puedan disfrutar de sus padres. El cansancio y la falta de tiempo de los padres por largas jornadas son grandes enemigos de la educación de estos”, recuerda Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.
Además, “este tipo de medidas puede también contribuir con el cuidado del medio ambiente, disminuyendo las emisiones y el consumo de energía, pues reduce los desplazamientos de las personas trabajadoras, pudiendo algunos departamentos incluso estar completamente cerrados algunos días de la semana, con el consiguiente ahorro de energía”, añade Moreno.
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