Hoy se celebra el Día Internacional del Orgullo LGTBI, fecha en la que USO continúa reivindicando los derechos para el colectivo
USO celebra el Orgullo LGTBI con esperanza y la mirada puesta en la aprobación de la “ley trans”, que traerá consigo una ampliación de derechos para el colectivo.
La legalización de las organizaciones de lo que ahora llamamos el colectivo LGTBI se produjo hacia 1980. Aunque ahora esta fecha parezca lejana es preciso recordar que la plena igualdad de las personas y el respecto a su diversidad sexual y de género aún no es tangible ni está garantizada formalmente.
Desde USO celebramos el Orgullo LGTBI por todo lo alto porque:
- Muchos se han dejado la piel, incluso la vida, para que se respete a todas las personas independientemente de su orientación sexual o su identidad de género. Es necesario que se las recuerde y se enseñe a las nuevas generaciones de dónde venimos y por qué estamos aquí.
- La violencia hacia el colectivo LGTBI sigue existiendo en la calle, a pesar de que cada vez haya una mayor aceptación social.
- La discriminación sigue existiendo en el acceso al empleo, los servicios públicos, los puestos de poder y responsabilidad, etc., especialmente para las mujeres, las personas trans, no binarias y el colectivo migrante.
- Necesitamos una mayor sensibilización y formación de los ciudadanos en general y de los profesionales en particular, de cara a eliminar el estigma y el desconocimiento sobre una parte de la población.
- La sociedad demanda una educación afectivo-sexual en los centros educativos, que fomente la igualdad y el respeto.
- Los avances normativos van por detrás del avance en la mentalidad social.
- Es importante promover el lenguaje inclusivo, especialmente en los formularios de carácter público y en la comunicación administrativa.
- El trato igualitario y digno debe extenderse a las personas mayores LGTBI en residencias, centros de día y lugares de ocio.
Como recuerda Jordi Petit, uno de los primeros activistas LGTBI en España, porque “Tenemos que ser visibles hasta que seamos indiferentes”.
Familias LGTBI: aceptación sin equiparación de derechos
El matrimonio entre personas del mismo sexo se aprobó en 2005 en España. Este sencillo cambio legislativo, que se produjo mediante la modificación del Código Civil, ha provocado grandes cambios sociales. El avance hacia una sociedad más progresista, tendente a la normalización de la diversidad sexual es hoy una realidad.
No obstante, y a pesar de dicho avance, las familias LGTBI siguen estando en situación de desigualdad y aún queda mucho que hacer por su plena integración en la sociedad.
Un informe de la fundación FELGTB publicado en 2021 indica que, a pesar del amplio y generalizado nivel de aceptación de la diversidad familiar en la sociedad española, la equiparación formal de derechos sigue siendo una asignatura pendiente. Además, atendiendo a la cuestión de género, las parejas de mujeres tienen mayor dificultad para la aceptación y el reconocimiento de sus familias.
En relación al empleo, un porcentaje muy elevado de las personas que participaron en la encuesta, pertenecientes al colectivo LGTBI, contemplaron el empleo público como una alternativa de protección a la familia. Si bien el porcentaje de personas que trabajan en el sector privado con respecto al total de la población es de un 82,5 %, en el caso de las personas LGTBI de la encuesta, el porcentaje desciende al 58,33 %. En el caso de las mujeres, el porcentaje de mujeres LTB que se encuentra trabajando en el sector público con respecto al total de mujeres LTB es todavía mayor: un 44,51 %. En el caso de los hombres GTB, es un 38 % que trabaja en el sector público.
La eventualidad en el empleo es un 10 % superior en el caso de las parejas de mujeres. Además, a pesar de representar un mayor porcentaje en enseñanzas universitarias (38,6 %, frente al 22 % de la población total), los porcentajes de tiempo parcial y desempleo son los más elevados.
Las diferencias también se manifiestan en detrimento de las parejas de mujeres en el porcentaje de hogares que vive por debajo del umbral de la pobreza, en los ingresos netos, o en la actividad por cuenta propia.
Por otro lado, las familias LGTBI consideran que los costes de tener hijos son superiores para ellas que para el resto de la población. Un ejemplo lo tenemos en las dificultades que enfrentan las parejas del mismo sexo para adoptar o para acceder a técnicas de reproducción asistida. También las parejas de mujeres tienen problemas para registrar a sus hijos como el resto de parejas.
El activismo de las familias es fundamental para la consecución de la real equiparación de derechos. No podemos dejar, sin embargo, que estas se queden solas en la defensa de sus reivindicaciones, pues una sociedad más inclusiva beneficia a la convivencia social de todas las personas que la integran.
Ley trans, a la espera de aprobación
El texto de “ley trans”, aprobado por el Consejo de Ministros, se remite al Congreso para iniciar su trámite parlamentario.
El anteproyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI pretende ampliar los derechos de las personas del colectivo LGTBI en general y de las personas trans, en particular. Una de las medidas que contempla es la libre determinación de la identidad de género.
La Ley Trans ha sido objeto de controversia y su contenido ha generado dudas, pero el avance en los derechos de las personas trans forma parte del compromiso adoptado en el acuerdo de coalición del Gobierno. Desde USO entendemos que existe el convencimiento entre gran parte de la sociedad de que el colectivo trans sufre discriminación y que es necesaria una ampliación de sus derechos. Por ello, exigimos un acuerdo para que salga adelante una legislación nacional en este sentido.
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