USO traslada su solidaridad al sindicato italiano CGIL tras el asalto que sufrió su sede en Roma por parte de movimientos políticos y partidos fascistas
El secretario general de USO, Joaquín Pérez, y el secretario de Acción Internacional y Desarrollo Sostenible, Javier de Vicente, han enviado una carta dirigida a Maurizio Landini, secretario general de la CGIL, para mostrar su solidaridad con el sindicato italiano ante el asalto sufrido a su sede confederal el pasado sábado.
USO condena de esta forma el ataque perpetrado contra la CGIL y rechaza la legalidad de movimientos políticos y partidos fascistas que atentan contra la democracia, las libertades públicas y los derechos humanos.
A través de una carta dirigida a Landini, USO ha querido mostrar su solidaridad y apoyo ante un hecho tan despreciable, esperando que la justicia italiana actúe y condene enérgicamente este vil acto.
Las tres principales confederaciones sindicales de Italia -CGIL, CISL y UIL- han convocado para el sábado, 16 de octubre, una movilización en Roma a la que asistirán sindicatos de toda Europa, entre ellos USO.
Grave ataque a la sede de la CGIL
El ataque tuvo lugar durante una manifestación convocada para protestar en contra de la aplicación obligatoria del certificado de vacunación para todas las actividades públicas, incluido el trabajo. Desde los sindicatos europeos se está negociando esta medida que algunos gobiernos europeos quieren imponer para la vuelta al trabajo, siendo Italia el primer país en hacerlo.
La manifestación convocada por el movimiento antivacunas en Roma el pasado sábado 9 de octubre, contó con 10.000 asistentes, entre ellos grupúsculos de la extrema derecha que aprovecharon la movilización para actuar de forma violenta. En un momento de la marcha, la mitad de los participantes se separó y se acercó al palacio Chigi, sede del Gobierno de Italia, generando una situación de violencia que se saldó con el ataque a la sede del primer sindicato italiano, la CGIL.
Italia se replantea ilegalizar partidos fascistas
El ataque por parte de la ultraderecha ha reabierto el debate en Italia acerca de la ilegalización de partidos fascistas. Dentro del Ejecutivo se ha abierto la posibilidad de abordar su regulación a través de un decreto en base a la ley Scelba de 1952, una ley que se remite a la disposición 12 de la Constitución Italiana que prohíbe la reconstrucción del Partido Fascista. Esta disposición se puede aplicar a aquellas formaciones que persigan finalidades antidemocráticas propias del partido fascista empleando la violencia como método político, o realizando manifestaciones exteriores de carácter fascista.
El primer ministro de Italia, Mario Draghi, no se ha pronunciado sobre la ilegalización, aunque el pasado lunes visitó al secretario general de la CGIL.
USO considera necesario que aquellos movimientos y partidos políticos de corte fascista que atentan contra la democracia, las libertades públicas y los derechos humanos, no puedan actuar impunemente y expresa su más firme condena al ataque a la sede y su solidaridad con la CGIL.
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