USO, como miembro de la Asamblea General de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), ha suscrito la siguiente carta al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, por la cual se solicita actuación urgente en cuanto a desembarco seguro de las embarcaciones que han rescatado inmigrantes en el Mediterráneo central y que impulse una nueva política migratoria ante la inacción de los gobiernos europeos y el incumplimiento por parte de estos de las normas básicas del derecho internacional. USO mantiene su compromiso de defender los Derechos Humanos dentro y fuera de nuestras fronteras.
Nos dirigimos a usted tras comprobar la desesperante inacción de los gobiernos europeos desde que, hace 12 días, el barco de la organización española Open Arms rescatara a 160 personas en el Mediterráneo central. Ante la decisión por parte de los gobiernos de Italia y Malta de no dejar desembarcar a la totalidad de las personas rescatadas por esta embarcación, los líderes de la Unión Europea parecen haberse cruzado de brazos, dando así aparentemente por buenas las decisiones de las autoridades italianas y maltesas, incumpliendo las normas básicas del derecho internacional, algo por lo que la Comisión Europea debería reaccionar contundentemente.
Ante esta situación, desde la Asamblea General de CEAR, conformada por una amplia representación de la sociedad española, le pedimos que, con la máxima urgencia, impulse una nueva política migratoria que contemple un plan de desembarco seguro y un plan de acción para ofrecer una solución conjunta a las más de 500 personas rescatadas durante los últimos días por el Open Arms y por el Ocean Viking, de la organización internacional Médicos sin Fronteras.
Asimismo, y dado que estos acuerdos llevan negociándose meses sin ningún fruto visible, dada la gravedad de la situación, apelamos a que España ofrezca un puerto seguro al menos a la embarcación de bandera española, Open Arms, de manera inmediata.
Situaciones como esta nos confirman en la necesidad de implantar a nivel europeo un protocolo de desembarco seguro que evite que cualquier rescate en el mar Mediterráneo convierta a las personas que tienen en Europa su última esperanza en una suerte imprevisible para quienes huyen del terror. Cada desembarco no puede convertirse en un pulso entre estados para ver quién cierra más férreamente sus fronteras. España no debe participar en ese juego.
Hace unos meses, leímos en su libro que “el haber salvado la vida a las 630 personas del Aquarius hace que valga la pena dedicarse a la política”. Apelamos a esa conciencia que demostró el pasado verano y confiamos en que vuelva a ponerla en práctica ante esta situación. La vida de 500 personas está en juego y ni los valores de Europa, ni los de nuestro país, pueden obviarlo.
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