Con motivo del Día internacional contra la LGTBIfobia, desde USO queremos denunciar el aumento de las denuncias de delito de odio por razón de orientación o identidad sexual. Según datos del Ministerio del Interior, en el último informe publicado que corresponde a 2017, aumentaros este tipo de delitos de odio un 17,8%, hasta las 271 denuncias en todo el Estado. La orientación o identidad sexual, con un 20% de las denuncias, es la tercera causa más denunciada por delitos de odio.
Si bien es cierto que es preocupante este aumento, también lo consideramos como algo positivo, ya que se está perdiendo el miedo a denunciar este tipo de delitos, por lo que las víctimas, debido a la formación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y los distintos gabinetes especializados dentro de comisarías y cuarteles de la Guardia Civil, no tienen miedo a poner una denuncia cuando han sufrido algún tipo de agresión.
La discriminación por orientación o identidad sexual es algo que, por desgracia, siempre ha existido y que se ha enquistado como uno de los males endémicos de esta sociedad que no es tan tolerante como se quiere hacer. Además, se llevan pocos años contabilizando este tipo de delitos.
Las personas LGTBI sufren discriminación o agresiones no solo en espacios públicos como la calle o locales, sino también en sus centros de trabajo y dentro de las familias.
Pese a que España es uno de los países más avanzados en legislación LGTBI y uno de los destinos donde el colectivo LGBTI se siente más seguro, todavía queda mucho por hacer y mucho que trabajar para conseguir que los delitos de odio, disminuyan y desaparezcan.
Como sindicato y agentes sociales por el cambio que somos, desde USO debemos promover, dentro de la negociación colectiva, medidas para que las personas LGTBI, no sean discriminadas en sus centros de trabajo y puedan acceder en igualdad de condiciones a puestos de responsabilidad.
La discriminación a personas LGTBI se ve multiplicada en el ámbito laboral cuando se es mujer e inmigrante y en el caso de personas trans, muchas de ellas se ven obligadas a dejar de trabajar mientras están en las fases iniciales de tratamiento, e incluso a cambiar de ciudad y lugar de trabajo una vez vuelven a trabajar, para evitar ser señaladas o evitar burlas o mofas de compañeros o compañeras de trabajo.
La LGTBIfobia se combate luchando y denunciando, por eso, si eres víctima de alguna agresión por tu orientación o identidad sexual, o conoces a alguien que lo sufre, denuncia. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado tienen unidades especializadas y además, desde la web del Ministerio del Interior puedes acceder al apartado exclusivo de este tipo de delitos donde podrás informarte sobre cómo denunciar, dónde acudir, etc., en caso de sufrir este tipo de agresiones.
Ante la LGTBIfobia, no te calles, plántale cara y denuncia.
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